Las gafas de realidad aumentada deben ser capaces de simular la distancia entre objetos, para que no de la sensación de que todo está pegado a los ojos, que también están siendo engañados
Las gafas de realidad aumentada deben ser capaces de simular la distancia entre objetos, para que no de la sensación de que todo está pegado a los ojos, que también están siendo engañados.
Esta tecnología consiste en emitir una imagen para cada ojo. Entre la pantalla y los ojos están las lentes, que son piezas de cristal que hacen posible enfocar la imagen. Los cascos de realidad virtual suelen tener entre 100 y 110 grados de campo de visión, suficiente para el uso que se les da; conseguir 360 grados sería innecesario y es caro.
Todavía no hay estudios que aseguren que la realidad virtual no es segura, y seguramente no hay adversidades inesperadas con respecto a esta tecnología, pero se recomienda tomar esos descansos para ahorrarse esas molestias.