La mayoría de las aerolíneas no tienen un procedimiento claro para este tipo de eventualidades y la tripulación del avión se ve involucrada en una situación incómoda.
Regeneración, 5 de agosto de 2016.- Si un pasajero muere por causas naturales en pleno vuelo ¿Qué se hace con el cuerpo? ¿Se deja en su lugar?, ¿se lleva al baño?, ¿a la cabina de los pilotos? ¿A dónde?
Lo curioso es que, en caso de que una persona fallezca a bordo del avión en el que viaja, no está muerta jurídicamente. No es sino hasta que un médico o una autoridad en tierra así lo declare, la persona está bien fallecida.
Sin embargo, la mayoría de las aerolíneas no tienen un procedimiento claro para este tipo de eventualidades y la tripulación se ve involucrada en una situación incómoda. A excepción de Singapore Airlines, donde su personal está instruido para trasladar al fallecido a «una fila de asientos vacíos y cubrir su cuerpo de una manera digna».
Si no existen asientos disponibles en la aeronave, el cuerpo se deja en su lugar, mientras que los pasajeros que se sientan junto a él serán trasladados a otros asientos disponibles, siempre que ello sea posible.
Un instructor de British Airways comentó que el cadáver no puede ser trasladado al baño, a pesar de que para algunos sería lo más sensato. Entre otros inconvenientes, debido a que esta medida sería una falta de respeto.
La Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) recomienda que el cuerpo del difunto sea trasladado a un asiento con pocos viajeros cercanos. Y en caso de no haber puestos disponibles en clase económica, las azafatas pueden mover a algunos pasajeros a primera clase, con el fin de liberar espacio para colocar el cadáver.
A veces la muerte de una persona en pleno vuelo puede pasar desapercibida por los demás pasajeros y para la propia tripulación, al pensar que solo está dormida.
Vía RT.