“Han pasado 50 años y sin embargo Ernesto Guevara es visto con una especie de admiración, cariño, interés, veneración, es el santo laico de tantos y el punto de referencia. ¿Qué está diciendo?, este continente pide a gritos un cambio profundo, una revolución y lo sigue diciendo”, asegura Paco Ignacio Taibo II.
Por Gabriel Rosas | Ana Duarte
Regeneración, 09 0ctubre 2017.- Son 50 años de la muerte de Ernesto Guevara, también conocido como el Che, es sorprendente que haya personajes que resistan el tremendo desgaste del paso del tiempo y de la historia, el Che es probablemente uno de ellos, pasan los años y el debate revive, el interés llega a generaciones nuevas al movimiento social y vuelven acercarse a la figura del Che, por que básicamente representa una propuesta de radicalidad y de coherencia que pocos revolucionarios en América Latina lograron, la coherencia en lo que dice y en lo que hace la idea de llevar hasta el final en lo que cree, el proceso continuo de estar revisando sus ideas, como entiende la vida, la revolución, el socialismo.
Así inició la conversación del escritor, periodista, historiador y activista, Paco Ignacio Taibo II con Regeneración, quien también recordó algunos relatos de los últimos procesos revolucionarios que llevó a cabo Ernesto Che Guevara y que hoy se cumplen 50 años de su desaparición física.
Taibo detalla que después de la salida del Che de Cuba como ministro de industria, va a la desafortunada expedición de África en el Congo donde es derrotado militarmente, “se refugia en Praga, siempre tuvo en la cabeza la perspectiva de una revolución en América Latina, regresa a Cuba para preparar una nueva operación, que no es como se dice una operación en Bolivia, sino es una operación arrancando de ese país está de entrar en acción a Argentina y Perú.”
“En esos momentos estaba muy influenciado por la revolución Vietnamita y su resistencia contra los gringos, la idea de múltiples frentes, Laos, Cambodia, Vietnam y entiende que el siguiente paso para la revolución latinoamericana es de una insurrección en muchos lugares, la situación que ha vivido desde su juventud, su percepción del continente es muy potente, el Che no es de aquello que se hicieron o se formaron en los partidos políticos, en la lucha electoral, sindical, en el movimiento estudiantil, no, se formó como vagabundo recorriendo América Latina hasta llegar a la experiencia del golpe de la CIA en Guatemala que va a ser lo que lo va a radicalizar definitivamente para luego en México encontrarse con los cubanos e irse en la expedición del Granma, entonces su visión del hemisferio es bastante profunda, ajustada a las realidades terribles que vivía en continente.”
Continúa, “en ese sentido arma la operación boliviana y sale mal, hay una serie de conflictos, eligieron una zona mala, por la falta de contacto con un movimiento campesino activo, se descubre antes de tiempo la presencia de la guerrilla, no se pueden hacer los contactos con Argentina y Perú, la guerrilla se divide en dos, triunfan los primeros combates contra el ejército pero el aislamiento es más grave y van perdiendo cuadros hasta llegar a la emboscada de … la captura del Che herido y aunque los militares bolivianos dan como fecha de su muerte el 8, lo cierto es que lo capturan el 8 y lo matan el 9 de octubre de 1967, en un asesinato decidido por la cúpula militar boliviana que tiene miedo de tener preso al Che.”
Asegura que partir de ahí entre el mito, el comandante Guevara, desaparecen el cadáver con lo que aumenta la situación mítica, empieza a cantarse tres jinetes en el cielo cabalgan con mucho brío y esos tres jinetes son Dios, Zapata y Jaramillo y de repente aparece el nombre del Che.
La parte que más cautiva a Taibo del personaje, es su paso por la industria en Cuba, la manera de cómo trató de hacer el socialismo, de cómo entendió el socialismo, de manera absolutamente igualitario poniendo el ejemplo sin ninguna relación de jerarquía entre las direcciones y las bases, repleto de imaginación, dialogando cara a cara con la gente y formando centenares de cuadros, cuadros que eran combatientes campesinos de 18 años, analfabetas.
“Han pasado 50 años, todo envejece, de acuerdo, y sin embargo Ernesto Guevara es visto con una especie de admiración, cariño, interés, veneración, es el santo laico de tantos y el punto de referencia. ¿Qué está diciendo?, este continente pide a gritos un cambio profundo, una revolución y lo sigue diciendo”, aseguró.
El primer contacto de conocimiento sobre el Che fue en 1958, Paco Ignacio Taibo II viajaba en un barco para México con su familia, en el exilio, el barco hizo escala en la Habana y en las noches de tres días volaban los caños de dinamita y aparecían jóvenes muertos torturados por la presidencia de Batista, en ese momento el capitán del barco invitó al padre de Paco (Paco Ignacio Taibo I) que era periodista, a escuchar la radio y una voz argentina, por las fechas exactas escucharon al Che en la batalla de Santa Clara transmitir para la 7RR, la estación de la sierra, Taibo II lo supo mucho tiempo después, en ese entonces tenía nueve años.
La muerte del Che sorprendió demasiado al escritor, dice que fue como un mazazo, salió a la calle y encontró en la primera plana de un periódico “Murió el Che”, y el impacto, “el Che era la figura estuvieras o no a favor de la lucha armada en México, era el hombre que decía cómo se puede hacer un socialismo diferente, y mi aprendizaje del Che es muy raro, lo que aprendí es a ser irreverente como el Che era, lo que aprendí es a ser informal, le aprendí a ser igualitario, curiosamente las lecciones del Che en mi vida viene por el lado de la ética cotidiana más que del pensamiento político puro”, puntualizó.