Con 14 escaparates, las prostitutas podrán eliminar así a los intermediarios y practicar su oficio de manera segura.
Regeneración, 17 de enero de 2017.- El negocio de la prostitución en Holanda tendrá su primera cooperativa en la que varias trabajadoras sexuales podrán trabajar un lugar seguro.
El lugar se llamará Mi Red Light, y se inaugurará el 1 de mayo; contará con habitaciones e incluso, una equipada para sadomasoquismo y otra para personas con discapicidades físicas.
Desde el año 2000, los burdeles son legales en Holanda, con la perspectiva de eliminar a los intermediarios y los probables abusos que ello conlleva. Y para 2016, nació una fundación de trabajadoras sexuales llamada Nuestra Propia Ventana.
El reto es «fortalecer la posición de las trabajadoras sexuales, dijo el portavoz del proyecto, Richard Bouwman, quien indicó que los que quieren es hacer que el oficio de la prostitución sea visto con normalidad.
«Queremos ir despacio porque estamos inmersos en algo grande. Quizás sea utópico, pero una vez que se acepte socialmente, la gente se dará cuenta de que este es un trabajo normal con todas sus obligaciones, pero también con todos sus derechos», añadió.
Para ser parte de este lugar, las trabajadoras deberán estar dadas de alta como autónomas en la Cámara de Comercio y hablar holandés o inglés de manera fluida para alquilar una habitación en «My Red Light».
El burdel no intervendrá en la negociación entre la prostituta y el cliente, sino que serán las propias trabajadoras las que establezcan los términos del acuerdo con los interesados en el servicio sexual.
Además, la página web de «My Red Light» mostrará en tiempo real qué prostitutas están trabajando en ese momento y por cuánto tiempo.
Vía DW