Si por alguna razón no entiende ciertos términos para sobornar, defraudar o hacer caso omiso de las leyes, el “corrupcionario” es para usted, pues en él se explica con dibujos y frases la manera en que los ciudadanos y funcionarios somos quienes solventamos el problema.
Regeneración, 28 de septiembre de 2016.- Este es un libro fuera de lo común, en él, diversos moneros y la organización social Opciona se dedicaron a definir la corrupción, y las “corrupciones cotidianas” que generamos, toleramos y hasta fomentamos.
El libro llamado el Corrupcionario Mexicano, fue hecho para reír, para burlarse un poco de la realidad, pero después de esa risa, también se espera que haya un reflexión sobre las palabras y frases que como mexicanos hemos escuchado; es una forma de reconocernos como parte del problema y ser parte del cambio.
Sobre ello escribió Diego Luna en el prólogo: “hablar de corrupción no es cosa fácil. Es imposible no terminar alarmados y hasta ofendidos cuando nos damos cuenta cómo hemos asimilado este concepto; cómo lo hemos hecho parte de nosotros”, y qué mejor forma de hacerlo, que con humor.
De esta manera, humorística, se definen términos como:
Averiguación Previa: Si alguna vez vista una, favor de comunicarte al 5658-IIII; repito; 5658-IIII. Para que la policía la registre con su máquina de escribir invisible. Así lo indica el Corrupcionario Mexicano.
Burócrata: Espécimen nacido y crecido en el cautiverio de una oficina gubernamental (véase también Godín en el diccionario taxónomico de Carlos Darguin).
Casa blanca: Imponente ex mansión de la Primera Dama. Quien, con el sudor de su frente, ahorró millones de pesos durante décadas para un día proclamarse indiscutiblemente como “la dueña”.
El libro ya está a la venta, pero si usted cree que alguna frase se les ha escapado, puede conectarse vía electrónica a su página web para añadir nuevas frases o definiciones.
En #ExcélsiorTV platicaré con @a_legorreta, pte. de @OpcionaMX, sobre el fantástico @Corrupcionario Mexicano… 😱😡😂 pic.twitter.com/50HyWw7AGo
— Yuriria Sierra (@YuririaSierra) 28 de septiembre de 2016