Jairo Guarneros Sosa, asegura que pudo ver la cara y rasgos particulares de quien le disparó a quemarropa en el centro de Orizaba, Veracruz. “Si me lo ponen enfrente, lo reconozco”, dice.
Regeneración, 10 de julio de 2016.- El estado de salud del activista veracruzano Jairo Guarneros, baleado el pasado jueves en la ciudad de Orizaba, es estable, tanto para haber descrito a su agresor en el expediente 1334/2016, de la Unidad Integral de Procuración de Justicia del XV Distrito Judicial.
“Piel morena, complexión robusta, vestía pantalón de mezclilla marca Levis y cachucha; un chamaco apenas” son las palabras que compartió Jairo para el medio Blog Expediente, a través de su hermano, Javier Guarneros Sosa.
El hospital donde se atienda a Jairo está custodiado por sus compañeros de lucha, taxistas de la organización Grito y el hermano de Guarneros, quien se mantiene afuera de su habitación como vigía.
“La Fiscalía General del Estado nos ofreció a policías de la Fuerza Civil, el ayuntamiento a municipales, pero unos tienen la fama de estar coludidos con el crimen organizado; los otros, no descartamos sean responsables del atentado a mi hermano”.
Javier Guarneros es quien relata lo sucedido el pasado jueves en el centro de Orizaba, cuando alrededor de las 19 horas, su hermano inició una charla con la persona que le arrienda, la cual se vio interrumpida por la detonación del arma que causó la caída al suelo del activista. La bala le atravesó a la altura del hombro derecho y se alojó en el lado izquierdo de su cuello.
Fue una ejecución fallida, según los expertos. Además, Jairo asegura que quien intentó asesinarlo no pudo en ningún momento, destrabar el seguro del arma que portaba.
El arrendatario llamó a la Cruz roja sin embargo el tiempo de espera se hizo demasiado largo, por lo que la gente detuvo a una patrulla municipal y ahí finalmente pudieron trasladarlo al hospital.
“En ningún momento quedó inconsciente, por el contrario, nos decía que estuviéramos tranquilo, que la había librado” dice Javier Guarneros.
Ya recuperado, el sociólogo orizabeño, declara, sin dudar: “Si me lo ponen en frente, fácilmente lo reconozco. Es una lástima que jóvenes se estén prestando a estas situaciones”.
“Jairo es un guerrero, ya nos pide que contactemos a fulano o mengano para que sus proyectos no se pausen. Entendemos su entusiasmo, pero las cosas ya no serán iguales. Él sabrá si sale o no de la ciudad. Mientras tanto, exigimos se vele por su seguridad. Los agresores siguen libres y de pasarle algo, hacemos responsable a Juan Manuel Díez Francos y su policía municipal” asevera Javier Guarneros.
Con información de Sin Embargo y Blog Expediente.