Los niños campeones del Mundial de Mini-Baloncesto en Argentina, no pueden entrenar, pues a su cancha les cambiaron el candado y los sacaron. El alcalde pide que paguen cuotas, comprar balones, material deportivo y computadoras.
Regeneración, 19 agosto 2016.- El año pasado fueron los campeones del Mundial de Mini-Baloncesto en Argentina, se convirtieron en los vencedores invictos y absolutos del encuentro y acapararon la atención de México y el mundo por su forma magistral de jugar al basquetbol descalzos. Hoy, el equipo de niños triquis de Oaxaca no puede entrar a la cancha que fue construida para ellos.
Rafael Luis Cabrera, alcalde de Santa María del Tule, donde se encuentra la cancha, y el comité de padres piden al entrenador de los niños Sergio Zúñiga que firme un reglamento para el uso de la cancha y que se comprometa a pagar cuotas, comprar balones, material deportivo y computadoras, informó el diario Reforma.
El entrenador afirmó que autoridades municipales y el comité de padres de familia de la escuela Vicente Guerrero impide la entrada del equipo desde el pasado 15 de julio.
“De plano quitaron el candado y pusieron otro para no dejarnos pasar. Ese día estaban los niños entrenando, los sacaron y les dijeron que no podían estar ahí”, denunció.
Zúñiga encabeza la Academia de Baloncesto Indígena de México (ABIM) que atiende a 30 niños de distintas comunidades oaxaqueñas y es el responsable del equipo que ha alcanzado fama mundial.
En marzo de 2015, el gobierno federal les dio la cancha techada para que siguieran ahí sus entrenamientos y ahora, según el entrenador, el alcalde quiere comprometerlo a firmar un reglamento pagar cuotas, comprar material y computadoras.
En el sexenio de Carlos Salinas de Gortari (PRI, 1988-1994) el gobierno decidió fomentar la construcción de canchas de basquetbol en las comunidades indígenas. Era parte de un plan para fomentar el deporte de manera barata, pero también buscaba mantener comunicadas a las poblaciones y combatir rápidamente conflictos armados como el de Chiapas: las canchas servían como pistas de aterrizaje de helicópteros.
Esto provocó interés de los pueblos indígenas en el basquetbol. Así, ya desde 1996 había torneos entre tzotziles y tzeltales chiapanecos. Otro lugar donde el deporte prendió fue en la Sierra Tarahumara, de Chihuahua. Luego vinieron la Sierra de Hidalgo y Puebla, a los que se sumó Oaxaca.
El asunto es que buena parte de los indígenas que practican este deporte lo hacen descalzos, como la selección que fue a Argentina.
Pero nada los detendrá, pues todo el equipo fue becado por el Instituto México de Huatulco y otros concluirán sus estudios en línea, sobre todo en las materias de ciencias, inglés, español, pues ellos son quienes partirán a Estados Unidos, becados por la NBA.
“Superamos las canchas de tierra, violencia intrafamiliar, miedo, soledad, actos de discriminación, sin duda, podemos empezar de nuevo”, dijo el entrenador.
Con información de Reforma