Alegre resistencia

En la tercera movilización nacional en Defensa del petróleo, convocada por Andrés Manuel López Obrador el pasado 6 de octubre, como parte de la llamada Defensa del Petróleo, miles de personas caminaron del Ángel de la Independencia, –Victoria alada que no llega–, a la Torre del Caballito, donde ya estaba el templete.

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Entre la multitud se sintió un ambiente festivo. Es como si desfilaran opositores por la capital del país, pero en caravanas llenas de color y alegría. 

Comenzando la caminata, aún en los pies del Ángel de la Independencia, un hombre de baja estatura y pelo cano que llevaba en la mano una bandera morada de Morena, con gusto gritó la frase: “Esto ya nadie lo para”. Tal vez para algunos nuestros líderes dicen poco, pero así es como nos sentimos cómodos, cuando la voz la llevamos todos.

En la interminable fila para entrar al baño de la Casa de los azulejos –ahora convertido en una tienda más del magnate y beneficiario del sistema, Carlos Slim–, un joven de Chihuahua platicaba con otro joven de Coahuila. Obradorista y férreo opositor al régimen, le dijo mientras esperaban un mingitorio libre, «que allá en su tierra se sentía como loco, echando gritos en el desierto». Y ambos rieron.

Nos las arreglamos para ver con humor y originalidad dicharachera la desgracia que nos abarca. Nos une sabernos parte de una sociedad engañada por oligarcas que ofrecen nuestras tierras, nuestros recursos y nuestras vidas a extranjeros. Sabernos traicionados una y otra vez a lo largo de nuestra corta historia.

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Escritores, militantes de partidos, organizadores, estudiantes, padres, madres, hijos, hermanos, todos ahí concordaban en algo: frenar el desfalco. Eso, un desfalco, es lo que se pretende con la mal llamada Reforma Energética, que más que ser obra de un presidente, es un dictado del Fondo Monetario Internacional y sus intereses imperialistas.

Después de unos pasos, hacia atrás y hacia adelante la calle era nuestra y sin saber hasta dónde, pues no se veía el fin de la multitud. Se escuchaba el grito de ¡Fuera Peña!, entre festivos aplausos y música de tambores.

El contingente purépecha, representando la tierra de Morelos y el Tata Lázaro, traía completo el sabor michoacano. Nada les quita la alegría de bailar un zapateado.

adelita-morenaEn el contigente de Tabasco, tierra de AMLO, resonaba la batucada por encima del gentío y se escuchaban gritos de «auxilio, socorro, nos roban el petróleo». Mientras una mujer, firme como estatua de Allende, sostenía una pancarta: “Estamos listos señor presidente”. Vestida de Adelita revolucionaria hasta con sus cananas cruzadas al pecho, la cual en lugar de balas tienen palabras como amor, honestidad y respeto.

Contingente tras contingente, desde Chiapas hasta Nuevo León, no había un solo ciudadano armado más que con la conciencia de estar bien informado. Entre libros, periódicos y panfletos, no falta la burla al presidente iletrado.

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Doscientos tres años de historia independiente tiene nuestro joven país. Una de nuestras grandes victorias, la expropiación petrolera de 1938 con Lázaro Cárdenas, que ayer y hoy nos ha unido y vigorizado como nación.

Ante la afrenta del gobierno de Peña Nieto contra los intereses de la mayoría de los mexicanos, cercaremos con nuestros cantos, tamboras y batucadas los congresos legislativos de los estados. Exigiremos con nuestros cuerpos a ese grupo de ladronzuelos que eviten manchar nuestra historia, que es la de un pueblo que camina contra monstruosas corrientes adversas, pero siempre iluminado por el sol.

Esa mañana refrendamos el ánimo de la resistencia en una caminata que no termina, como pueblo errante en su propia tierra.

Texto: Hermión Larios, Morena Dolores Hidalgo. Fotos: Morena Dolores Hidalgo.