Allanan oficina y casa de Mardonio Carballo

Mardonio Carballo dijo que ningún objeto de valor fue robado y la acción parece ser una amenaza contra el trabajo periodístico del poeta. 

El periodista, Mardonio Carballo, al centro.

Regeneración, 7 de agosto del 2017.-El periodista, Mardonio Carballo denunció en redes sociales que los cables telefónicos de su oficina fueron cortados.  «Y sólo dejaron tres pedazos de cable», de acuerdo con la carta del defensor indígena,

Carballo dijo que ningún objeto de valor fue robado, sólo la acción que parece ser una amenaza contra el poeta. 

En entrevista con la periodista Carmén Aristegui, cuetión: “¿cuál es el mensaje?.  Nuestro trabajo es por los pueblos, registramos sus luchas e intentamos ser una ventana para que se conozcan sus logros y sus días cotidianos».

Dijo que la oficina de Nauyaka Producciones que también a servido de refugió para otros colegas, como el fotoperiodista Rubén Espinosa antes de ser asesinado.

Cuando Mardonio Carballo, escritor, poeta, periodista y activista, despertó la mañana del 5 de septiembre, encontró en la terraza de su casa el cable telefónico cortado en tres, lo que considera “una amenaza” a su integridad.

Se pregunta Mardonio Carballo en una carta a la opinión pública:

“Ayer encontramos ese cable cortado en tres y tirados en la terraza que da a mi patio. Cabe aclarar que patio y terraza son internos ¿quién entró a nuestra casa para no llevarse nada? ¿Quién corta un cable en tres partes y los deja ahí, tirados? ¿Cuál es el mensaje? ¿A quién convendría hacernos daño en este río revuelto en que se ha convertido nuestro país? Amén de que ya a principios de año tuvimos eventos extraños para con los integrantes de nuestro equipo que también denunciamos en su momento. Nuestro trabajo es por los pueblos, registramos sus luchas, e intentamos ser una ventana para que se conozcan sus logros y sus días cotidianos”.

Mardonio Carballo es conocido por su columna radiofónica Las Plumas de la Serpiente, con Carmen Aristegui, en su carta defendió la libertad de expresión de las amenazas e intimidaciones.

“Nosotros intentamos ser una de las pocas ventanas que hay para que la voz de los que llegaron primero a estas tierras sea escuchada. Así las cosas por aquí. Sirva esta denuncia para acusar lo que pensamos es una amenaza. Mi vida es pública y de sobra conocida. La hemos dedicado a construir puentes para el fortalecimiento de los pueblos. Así seguirá siendo. Nunca más un México sin nosotros”, afirmó el poeta nahuátl.

La periodista Marcela Turati escribió en su cuenta de Facebook,

“Ayer alguien entró a la oficina de Mardonio, quien –todos sabemos– es un periodista y artista que denuncia con fuerza los atropellos a las causas indígenas, los despojos, los abusos. Entraron a la misma oficina que me prestó para vivir desde mi llegada a México, donde estuve hasta hace un mes, y que tiene conexión con su departamento. ¿Cuál es el mensaje que transmiten unos cables de comunicación cortados? ¿A quién le molesta lo que ocurre en esa oficina? En cuanto me avisó esta mañana fui a darle un abrazo solidario, a observar «la escena del crimen», a mirar los tan bien cortados cables, a analizar, armar hipótesis y a esbozar un incipiente plan de seguridad. También brindamos con unos mezcalitos para pasar el trago amargo de la indignación, el nudo en la garganta”.

“No tenemos elementos para saberlo. Hace no mucho tiempo Mardonio y su equipo ya habían sufrido otros «incidentes». En un lapso de 2 días tres de sus colaboradores habían sufrido un intento de asalto, uno de atropellamiento y un robo. Fue justo cuando varios periodistas nos reunimos en sus territorios para planear qué hacer después del asesinato de Miroslava Breach, en Chihuahua. Coincidió también con una denuncia que hizo Mardonio del despojo que estaban sufriendo unos indígenas en Iztapalapa. Entonces pensamos que a lo mejor era casualidad. Siempre resulta más fácil pensarlo así”.

Sin embargo, Marcela Turati, periodista especialista en derechos humanos, escribe que “la intromisión a la oficina del querido Mardonio coincide con la visita a México del Relator Expresión para la Libertad de Expresión de la CIDH, Edison Lanza, quien está enterado del aire tóxico que respiramos los periodistas en México que cuando no son silenciados a balazos o desaparecidos pueden ser amenazados con este otro tipo de señales que llaman ‘blandas’”.

En México es más peligroso investigar un crimen que cometerlo

Marcela Turati advierte que “los focos rojos también alcanzan a la ciudad de México y hace un recuento de agravios a periodistas en la capital: Héctor de Mauleón recibe mensajes en redes sociales con amenazas de muerte; Humberto Padgett León fue golpeado cuando investigaba el narcomenudeo; Gloria Muñoz Ramírez encontró su casa revuelta; Rubén Espinosa fue asesinado hace dos años; periodistas espiados por el gobierno a través de sus propios teléfonos como Daniel Lizárraga, Rafa Cabrera, Sal Camarena, Carmen Aristegui, Carlos Loret de Mola, Alejandra Xanic, Ignacio Rodríguez Reyna.

Según Marcela Turati, “hace tiempo que no hay reglas para ejercer el periodismo y que caminamos a ciegas entre arenas movedizas. La corrupción es tal que cuando entrevistamos a alguien no sabemos con quién hablamos… Tampoco sabemos si el tema que elegimos está prohibido”.

La periodista se pregunta al respecto: “Ante este escenario ¿qué medidas de protección existen? Lo único que garantizaría la seguridad para ejercer nuestro oficio sería que se acabara la impunidad, pues la impunidad es un arma cargada y sin seguro”.

Como dice John Gibler: «En México es más peligroso investigar un crimen que cometerlo. En México la política de Estado es la impunidad».

Carta de Mardonio Carballo completa

A la opinión pública.

A lxs periodistas

A lxs defensores de derechos humanos.

Al público en general.

A los amigxs.

Ayer martes 5 de septiembre amanecimos con lo que podría ser una amenaza a nuestra integridad.

La casa de este que les escribe está comunicada con la oficina de Nauyaka Producciones, nuestra pequeña casa productora. Son dos departamentos, independientes que comparten patio y terraza. Además compartimos línea telefónica, el cable de ésta, sale del patio del piso inmediato inferior -es decir mi casa-, para entrar a mi oficina por la terraza. Ayer encontramos ese cable cortado en tres y tirados en la terraza que da a mi patio. Cabe aclarar que patio y terraza son internos ¿quién entró a nuestra casa para no llevarse nada? ¿Quién corta un cable en tres partes y los deja ahí, tirados? ¿Cuál es el mensaje? ¿A quién convendría hacernos daño en este río revuelto en que se ha convertido nuestro país? Amén de que ya a principios de año tuvimos eventos extraños para con los integrantes de nuestro equipo que también denunciamos en su momento. Nuestro trabajo es por los pueblos, registramos sus luchas, e intentamos ser una ventana para que se conozcan sus logros y sus días cotidianos. En esta democracia en ciernes es indispensable asegurar la libertad de expresión y el derecho a la información. La concerniente a los pueblos indígenas se da a cuentagotas en el periodismo mexicano. Nosotros intentamos ser una de las pocas ventanas que hay para que la voz de los que llegaron primero a estas tierras sea escuchada. Así las cosas por aquí. Sirva esta denuncia para acusar lo que pensamos es una amenaza. Mi vida es pública y de sobra conocida. La hemos dedicado a construir puentes para el fortalecimiento de los pueblos. Así seguirá siendo. Nunca más un México sin nosotros.

Mardonio Carballo

Periodista y escritor.