Hoy, como siempre, aquí en el Zócalo, nos ocupamos de asuntos importantes para la vida pública de México. Pero en esta ocasión, lo hacemos en momentos aciagos, de tristeza y de dolor, cuando se manifiesta con mayor dureza la grave y profunda crisis de México.
Amigas y amigos:
Hoy, como siempre, aquí en el Zócalo, nos ocupamos de asuntos importantes para la vida pública de México. Pero en esta ocasión, lo hacemos en momentos aciagos, de tristeza y de dolor, cuando se manifiesta con mayor dureza la grave y profunda crisis de México.
Desde hace muchos años, hemos venido advirtiendo que la política de pillaje nos conduciría a la descomposición social, a la inseguridad y a la violencia.
Tanto hemos escrito y hablado del proceso de degradación progresiva que se inició desde la imposición del llamado modelo neoliberal, que los interesados en mantener esa política y sus voceros, nos han tachado de atrasados y de repetir siempre lo mismo.
No obstante, en plena descomposición, es probable que se comprenda mejor lo que hemos sostenido con tanta insistencia: Ojalá y se acepte que por el bien de todos, primero los pobres.
Que es injusto e irresponsable implantar una política económica solo para la prosperidad de pocos a costa de la pobreza y del sometimiento de muchos.
Que dicha política ha producido una monstruosa desigualdad económica y social. Hay 55 multimillonarios que aparecen en las listas de los hombres más ricos del mundo, como fruto de la actual política económica, pero también hay 55 millones de pobres. Por cada multimillonario, hay un millón de pobres. Esto es lo que ha originado, más que ninguna otra cosa, la descomposición social. No es posible, nunca ha funcionado una política en donde la prosperidad de pocos se sustenta en el sufrimiento de muchos. Ojalá y ahora se llegue a la conclusión de que en México no hay democracia, porque la democracia es el gobierno del pueblo y para el pueblo. En nuestro país, todas las instituciones están tomadas, secuestradas, el gobierno está convertido en un comité al servicio de una minoría. Si lo analizamos bien, lo que hay en nuestro país, y esto se debe saber, se debe escuchar en todos lados, es una dictadura encubierta, que se ejerce a través del control casi absoluto de los medios de comunicación.
Ojalá y ahora se internalice que nada ha dañado más a México que la desigualdad y la corrupción política y que ha sido la corrupción política la que ha originado la desigualdad, lo que ha dado al traste con todo.
Que un Estado, como decía Tolstoi, que no procura la justicia, no es más que una banda de malhechores y eso es lo que hay en nuestro país. Ojalá y ahora se internalice que el peor de los ladrón que un político corrupto, que el PRI y el PAN son lo mismo. Siempre hemos dicho que los que verdaderamente mandan en este país utilizan a un partido o a otro, de acuerdo a lo que les conviene.
Dijimos también no hace mucho, durante la campaña presidencial, que el regreso del PRI a la presidencia sería como el retorno de ese dictador Antonio López Santa Anna.
Hemos dicho muchas veces y antes que otros, que la violencia surgió por el abandono a las actividades productivas y del campo, por la falta de empleos, por la desatención a los jóvenes y por la pérdida de los valores culturales, morales y espirituales.
Que no se puede enfrentar la violencia con la violencia, el mal con el mal, que la paz y la tranquilidad son frutos de la justicia.
También hemos llegado a la conclusión y lo hemos dicho en todas las plazas públicas, que la única salida a la crisis pasa por cambiar el régimen de corrupción, de privilegios y de injusticias, por la vía pacífica y sin violencia, con la participación consciente y organizada del pueblo.
Podría yo enlistar otros planteamientos, criterios, propuestas que hemos hecho a lo largo de muchos años.
Pero no venimos a esta asamblea a proclamar a los cuatro vientos, se los dijimos, porque en la situación en que está el país, duele tener la razón.
Si empecé mi discurso puntualizando sobre nuestra postura, es porque ahora empieza a derrumbarse el régimen, en el colmo del cinismo y de la deshonestidad, algunos que fueron pregoneros del ?peligro para México?, algunos de los que hablaron del ?ahiga sido como ahiga sido?, muchos de los que llamaron a no votar o encubren su vocación conservadora en la sociedad civil, tratan de involucrarnos para hacer creer que todos somos iguales.
Se equivocan, nosotros no somos iguales. No somos corruptos.
Quiero aprovechar este momento para aclarar una información tendenciosa, de mala fe, porque quieren involucrarnos en ese propósito: Todos son iguales, para que de esta manera sigan reinando los poderosos, para que la gente no participe. Ya sé hasta lo que sigue. Van, después, a llamar a no votar, con ese argumento, de que todos somos iguales.
Yo difiero de esa postura, porque tenemos que participar, porque solo el pueblo puede salvar al pueblo y solo el pueblo organizado puede salvar a la nación.
Aquí aclaro. Nunca en mi vida, como dirigente social, como dirigente político, he establecido relaciones de complicidad con nadie.
A mí me pueden acusar mis adversarios de lo que les dé la gana, pero nunca van a poder acusarme ni de deshonesto ni de incongruente.
En el caso de Iguala no conozco al ex presidente municipal prófugo y miren que no es un asunto sencillo, porque yo estoy constantemente recorriendo el país. Este año, luego de un problema que tuve de salud, ya llevo 450 municipios visitados y siempre estoy en las plazas públicas y saludo a todos y me tomo la foto con todos.
Pero, saben, que durante el tiempo que el señor Abarca fue presidente municipal, fui por lo menos tres veces a Iguala, y hasta dormí en Iguala, y nunca lo vi. ¿Por qué? Porque cuando ya estos políticos tradicionales andan en malos pasos, ya se la alejan de nosotros. Y eso ahora hasta lo tengo que agradecer.
Nunca me buscó y también voy a decirles que tampoco establecí una relación de complicidad con el ex gobernador de Guerrero. Ese es otro asunto también importante, para que vean que no todos somos iguales.
Se postuló como candidato a Aguirre, a finales o a mediados de 2010, y desde entonces nosotros estábamos pensando en deslindarnos lo más posible del PRD, desde entonces.
¿Qué sucedió en esa campaña? Que teníamos qué decidir si lo apoyábamos o no, estuve como dos días escribiendo un texto con un convenio. Fui a Chilpancingo a una asamblea de MORENA, y les dije a los miembros de MORENA en Guerrero que se podía apoyar a Aguirre, siempre y cuando firmara un documento, un convenio.
¿Qué incluía ese convenio? Que se iba a apoyar al pueblo, pensión para adultos mayores, becas para madres solteras, que se iba a apoyar con fertilizantes a los productores, que se iba a cancelar el proyecto de construir una hidroeléctrica en La Parota.
Ahí está el documento. Que se tenían que entregar becas a los jóvenes estudiantes y a los normalistas de Ayotzinapa, cuando terminaran, y esto está escrito ?repito?les tenían que garantizar su plaza, su base, entre otros puntos. Eso era lo que se le pedía y era la condición para que yo asistiera a un acto de campaña de Aguirre.
No quiso firmar el convenio y saben ¿qué sucedió? Que no fui a la campaña de Aguirre porque no quiso firmar esos compromisos.
Aclaro todo esto porque hasta los amigos y simpatizantes, a veces dudan. No se preocupen. Miren, siempre he hecho de mi vida una línea recta, cuando yo falle, cuando actúe de manera deshonesta, cuando traicione al pueblo, no solo pido que se me juzgue, de conformidad con las leyes, porque eso en un país de impunidad, hasta se puede arreglar.
No. Yo quiero que me juzgue el pueblo y que me juzgue la historia, pero sí les aseguro que nunca, jamás, voy a traicionar mis ideales y mis principios, que es lo que estimo más importante en mi vida.
Pero, repito, no hemos venido solo a eso a esta asamblea. De pasada traté este asunto. El tema principal es exigir que aparezcan con vida los 43 jóvenes de la normal de Ayotzinapa, Guerrero.
Venimos también a recordarles a los ministros de la Suprema Corte que deben actuar con apego a la Constitución y garantizar el derecho de los mexicanos a ser consultados en el asunto de la reforma energética y estamos aquí también para buscar alternativas ante esta decadencia, ante la destrucción del país, ante el sufrimiento de nuestro pueblo.
Comienzo por esto último. Cómo veo las cosas. La pregunta obligada es ¿cómo encontrar la salida ante esta crisis?
En mi opinión, solo hay dos posibilidades: Una, cambio de política, sin cambio de presidente, y dos: Cambio de política y de presidente.
Por qué planteo las dos opciones. Para que se analice, se reflexione bien. En el primer caso, tendría que hacerse una rectificación profunda, tendría que revisarse la política que han impuesto, significa, entre otras cosas, derogar las reformas estructurales o someterlas a consulta ciudadana y volver a empezar, pero con otra política en materia de justicia, economía, hacienda y administración pública.
Lo urgente ahora, ya, sin pérdida de tiempo es que el Estado despliegue todos los esfuerzos para hacer justicia en el caso de Guerrero. Buscar y encontrar con vida a los 43 normalistas de Ayotzinapa; impedir, por todos los medios, la impunidad y castigar a los autores materiales, intelectuales y a las autoridades responsables.
Para ello, es una propuesta, debe crearse de inmediato una Comisión de la Verdad, con ciudadanos realmente independientes y de inobjetable honestidad, hay ciudadanos íntegros, justos, Elenita, por ejemplo, el padre Solalinde, doña Rosario Ibarra, el abogado de los familiares de los jóvenes normalistas y muchos otros.
Es necesario, repito, dejar sin efecto las llamadas reformas fiscal, laboral y educativa, y que el Ejecutivo no interfiera para nada en la decisión que tome la Suprema Corte de Justicia para que sea el pueblo de México el que decida sobre la llamada Reforma Energética.
Con urgencia deben suspenderse los aumentos en los precios de las gasolinas, el diesel, el gas y la luz, y con urgencia se debe acudir en apoyo a los productores del campo, fijando precios de garantía para sus productos.
Desde que se está aplicando esta política económica neoliberal, desde 1983, se abandonó al campo, se desmanteló toda la política de fomento, dejaron de otorgarse créditos, no hay asistencia técnica, no hay apoyo para la comercialización de los productos, pero todo esto se ha agravado, se siente mucho de dos años a la fecha, porque les están bajando el precio de la tortilla. Hace dos años le pagaban al productor de maíz cuatro mil pesos la tonelada, ahora están pagando 2 mil 800 pesos.
No baja el precio del huevo, pero están pagando 40 por ciento menos al productor. El campo está en el más completo abandono. En mis giras, y estoy cumpliendo con lo que me han expresado los campesinos, productores, ejidatarios, comuneros, me están pidiendo que yo dé a conocer esto, que ellos están en una situación de extrema pobreza y abandono.
Son como héroes nuestros campesinos; a pesar de que no les rinde su trabajo, ahí están, porque es mucho el amor a la tierra. Por eso no puedo dejar de mencionar este asunto. ¡Apoyo a los productores del campo, que coman los que nos dan de comer!
Debe aplicarse el Plan de Austeridad que le propusimos, hace un año, a Peña Nieto, en el cual se contemplaba ahorrar 385 mil millones de pesos para no aumentar los impuestos y para no endeudar al país, como lo están haciendo.
Esto de ahorrar implica eliminar los privilegios de la alta burocracia, lo que siempre hemos dicho, que no puede haber gobierno rico con pueblo pobre, que se debe empezar por cancelar la compra del avión presidencial y los gastos adicionales, que en total suman 10 mil millones de pesos.
Es imprescindible, necesario, si se quiere verdaderamente cambiar de política, suprimir los contratos de obras para construir autopistas, segundos pisos, los trenes y el aeropuerto, con erogaciones, con una inversión, un gasto, de alrededor de 300 mil millones de pesos del presupuesto público, que es dinero del pueblo, presupuesto claramente destinado a beneficiar a contratistas, socios y amigos de Enrique Peña Nieto.
Dieron a conocer, por ejemplo, la construcción del tren de Querétaro a la Ciudad de México, son 54 mil millones de pesos, sólo se presentó una sola empresa, en la cual participan, entre otros el director del periódico Excélsior, compadre de Peña Nieto. ¿Qué sabe esta persona, que por respeto no voy a dar a conocer su nombre, de construir una línea férrea moderna? ¿A quiénes otros se benefició? Al que le rentaba los aviones y helicópteros a Peña Nieto cuando era gobernador del estado de México. A una sola empresa.
A esa empresa le dieron el contrato. Pero lo mismo con las autopistas y segundos pisos, como el segundo piso de la Volkswagen al estadio Cuauhtémoc de Puebla, para una empresa española que ahora es la predilecta, se llama OHL.
Saben que se utiliza dinero del presupuesto, supuestamente ellos van a aportar otra cantidad, pero nada. Con el dinero que les va a dar el gobierno alcanza para hacer el segundo piso y de eso conozco un poco, además de que se hará con dinero del pueblo, se les va a dar una concesión por 30 años para cobrar por la circulación en el Segundo Piso.
Es la misma empresa OHL, repito española, consentida de Peña Nieto, tiene contratos de ese mismo tipo para autopistas. En el caso especial del aeropuerto son 160 mil millones de pesos, que es financiamiento público.
Miren, van a erogar, cada año, del presupuesto una buena cantidad para contratos, para relleno, para construir infraestructura que se requiera, de acuerdo al proyecto van a tener la primera etapa en el 2019, esto hasta me llamo la atención de cuándo acá Peña es estadista y no le importa inaugurar la obra, la verdad es que no le importa, lo que les interesa es el contrato. Bueno, al inaugurar en el 2019, en ese supuesto, tienen que cerrar el actual aeropuerto, por invasión de espacio aéreo, en el actual aeropuerto se ha invertido muchísimo dinero, hace seis años todavía se inauguró la Terminal 2.
Actualmente, en estos días, están ampliando el Hangar Presidencial, en ese aeropuerto, con una inversión de mil millones de pesos y en el 2019 se cierra, se tira por la borda toda esa inversión.
Esto es irracional, ya no hablemos de la conveniencia que tiene para el desarrollo urbano el nuevo aeropuerto en el oriente de la ciudad, en donde no hay agua, en donde está sobrepoblado.
Si hace falta un nuevo aeropuerto, por qué no se construye en Tizayuca, para que no se cierre el actual y tener dos aeropuertos, como sucede en todas las ciudades del mundo, que hay dos y hasta tres aeropuertos.
Eso se tiene que cancelar, se tiene que revisar, ya no estos contratos con el único propósito de que haya corrupción, en donde se alimentan, se nutren mutuamente funcionarios políticos y contratistas. Es por eso irracional construir ese aeropuerto y cerrar el actual, con un gasto de 160 mil millones de pesos.
La otra opción, que no debe de descartarse, hablé de dos posibilidades, las repito, cambio de política sin cambio de presidente, y cambio de política con cambio de presidente, a esta última es a la que me voy a referir ahora.
La otra opción, repito, que no debe descartarse, porque en estricto apego a la realidad, así de manera rigurosa, técnica y científica, es la que más conviene al pueblo y a la nación, es que Enrique Peña Nieto renuncie, antes del primero de diciembre.
Si renuncia antes del primero de diciembre, de conformidad con la Constitución, se tiene que convocar a elecciones anticipadas, para que el pueblo de México, el pueblo libre y soberano, por la vía pacífica y democrática, como lo establece ?repito– la Constitución, renueve al gobierno, para enfrentar esta crisis y lograr con un nuevo gobierno, con todos, desde abajo, el renacimiento de México, porque sí se puede sacar adelante a nuestro país.
Esta opción la plantee desde el 5 de junio, luego de pensarlo, de reflexionarlo, antes de los fusilamientos de Tlatlaya y de los dolorosos hechos de Iguala, y la reiteré el 25 de agosto, ya había pasado lo de Tlatlaya y el caso de Iguala, sostuve en esa ocasión sostuve que Peña debería renunciar a la Presidencia antes del primero de diciembre, porque, por su ignorancia o mala fe, estaba dañando al país.
Textualmente escribí en mi Face y los que puedan, aprovecho para decirles que constantemente me estoy comunicando a través de mi Face, para romper con el cerco informativo, que siempre nos han querido callar y ahora afortunadamente están las redes sociales y por este medio estamos dando a conocer nuestros puntos de vista.
¿Qué puse ese día en mi Face? Textualmente lo siguiente: ?los hechos demuestran que la economía permanece estancada, agobia el desempleo, prevalece la violencia y el gobierno se ha corrompido por completo. Lo peor de todo es que con las reformas impuestas en materia fiscal y energética, se corre el riesgo de una mayor degradación de la vida pública en su conjunto y de un estallido social?.
Es decir, y este es mi razonamiento, si ya sabemos que nada bueno puede esperarse con la permanencia de Peña en la Presidencia, por qué aguantar hasta el 2018.
Que no sería mejor, para evitar más sufrimientos, que el año próximo, el 7 de junio, cuando habrá elecciones federales, cuando habrá elecciones en todo el país, se aproveche para elegir a un nuevo presidente. Esa es la propuesta.
Dos opciones, analícenlo, estúdienlo y reflexiónenlo y nos vamos a seguir viendo y nos vamos a seguir encontrando, porque vamos a seguir luchando, ahora con este nuevo instrumento de lucha, MORENA, el Movimiento de Regeneración Nacional.
¿Vamos a fortalecer a MORENA?
¿Vamos a trabajar para organizarnos en pueblos, en colonias, en unidades habitacionales?
Tenemos que seguir organizando al pueblo, no perder la fe, no perder las esperanzas. No descansaremos hasta que haya justicia.
Sigamos participando, yo les propongo que sin esperar convocatoria, llamamiento, participemos en todos los actos de protesta para exigir justicia en el estado de Guerrero.
No descansaremos hasta que se presenten con vida los estudiantes de la Normal de Ayotzinapa.
No volvamos a la normalidad, porque estos de la mafia del poder tienen eso bien ensayado. Van dejando de darle importancia a un conflicto para que nos acostumbremos.
Nada de eso. No aceptemos el regreso a la normalidad, si no aparecen con vida los jóvenes de Guerrero. No nos acostumbremos a la desdicha ni horror. Tiene que haber un antes y un después de estos lamentables hechos.
Ya nada será igual, pero también tengamos presente que nada cambiará si no se lleva a cabo entre todos, por la vía pacífica, sin violencia, un cambio de política y un cambio de régimen.
¡Ya basta! Tenemos que seguir adelante, tenemos que seguir luchando, no perdamos la fe, no perdamos las esperanzas. En épocas como esta, de crisis, de decadencia, la mejor salida, el mejor camino es la lucha. Tenemos que seguir juntos, trabajando, organizando al pueblo, despertando a la gente y más temprano que tarde va a triunfar la causa de la justicia, la causa de la democracia.
¡Que vivan los jóvenes desaparecidos!
¡Que vivan los estudiantes!
¡Que haya justicia!
¡Que viva Morena, la esperanza de México!
¡Viva México!
¡Viva México!
¡Viva México!
26 de octubre de 2014, Zócalo de México