AMLO: El triunfo al alcance de la mano

Hacer realidad el triunfo dependerá del accionar del pueblo. Arropando a AMLO en el tramo final. Saliendo a votar masivamente y defendiendo el voto

Por José Antonio Almazán González

Regeneración, 30 de mayo del 2018. No solo por las encuestas que le otorgan una amplia ventaja en las preferencias electorales. A final de cuentas una encuesta es una instantánea de la realidad electoral a analizar. Pero cuando revisamos las encuestas de enero a mayo de 2018, sus resultados son aún más reveladores, pues muestran como ha crecido, de manera sistemática, el apoyo popular a Andrés Manuel López Obrador y a MORENA. A un mes de las elecciones presidenciales la tendencia se muestra como irreversible, como lo confirma la encuesta del periódico Reforma del 30 de mayo que le reconoce a AMLO un 52% en las preferencias electorales, 26% a Anaya y 19% a Meade.

Ni siquiera en 2006 AMLO tuvo tal ventaja en la preferencia electoral en los meses previos a la elección; en aquel entonces, un año antes, arrancó con un 20% a su favor, pero en abril de 2006 los números electorales se habían emparejado. Pesaron varios hechos como p.ej., el no acudir al primer debate; pero sobre todo y fundamentalmente la campaña sucia en su contra y con ello se facilitó el fraude electoral, avalado por el IFE y el TEPJF.

Como lo señalan diversos articulistas e investigadores, en la campaña electoral del 2006 el enemigo público a vencer era AMLO. Monstruo político, mesias tropical, intolerante, loco, echeverrista, populista, amenaza, etc., fueronlos calificativos más usados para orquestar la guerra sucia y generar la campaña de miedo, particularmente entre la llamada clase media o que siente pertenecer a ella.

Pero en el 2018 la guerra sucia, propaganda negra y publicidad negativa ya no rinde los frutos que cosechó en 2006 y 2012, como por ejemplo el mote deAndrés Manuelovich, usado por el sicario y vocero de Meade, Javier Lozano, para sugerir el financiamiento de potencias extranjeras; apodo  que en lugar de rechazo le generó más simpatía entre la gente.

Finalmente las principales consignas para satanizar a AMLO quedaron al desnudo y en el imaginario popular (pensamientos, sentimientos y nivel de conciencia, Georg Lukács) el riesgo y el peligro para México resultaron ser Vicente Fox, Felipe Calderón, Peña Nieto y sus largas colas de corrupción. Tanto insistieron en su campaña de odio y pánico moral que, ante los trágicos resultados económico y sociales, de hambre, miseria e inseguridad provocados por los gobiernos del PRI y del PAN, el pueblo terminó identificando en ellos al demonio, la encarnación del mal y al monstruo con el que estigmatizaron a AMLO con aquellas campañas de odio.

Los sesudos analistas y a los picudos asesores de imagen de los candidatos del PRIAN no calcularon que las mentiras, del riesgo y el peligro para México, que repitieron a lo largo de 12 años para descalificar a AMLO terminarían convirtiéndose en el traje a la medida de los gobiernos del PRI y del PAN y, por supuesto, de los candidatos oficialistas Meade y Anaya.

Finalmente la profecía de la guerra sucia se cumplió, pero en contra de ellos. Por eso resulta risible que hoy hablen de falta de propuestas de MORENA y AMLO, de las que tanto presume el “pirruris“ de Meade, como el Ricky rickin canallín de Anaya.  Si quieren propuestas consulten las respectivas plataformas electorales tanto de la Coalición  PRI-PVEM-NA que postula a Meade, como la del México al Frente PAN-PRD-MC de Ricardo Anaya. Se darán cuenta que son, esencialmente, lo mismo. Como hermanos siameses ambos parten del mismo tronco común neoliberal.

Por lo contrario, a diferencia del PRIAN, la plataforma electoral de la Coalición Juntos Haremos Historia integrada por el PT-MORENA y Encuentro Social que postula a Andrés Manuel López Obrador, propone un Proyecto de Nación enraizado en la historia libertaria de México desde su Independencia, pasando por la Reforma, hasta llegar a la  Revolución Mexicana. Acusado por los juniors de la tecnocracia neoliberal de estar anclado  en ideas del pasado, los que realmente están desactualizados son los neoliberales vendepatrias, cuando a escala global la discusión gira en torno a la crisis del modelo neoliberal, por los estragos que ha generado al planeta y a la humanidad.

La conexión ideológica y la empatía entre el hartazgo y descontento social de la gran mayoría de los mexicanos y el discurso, planteamientos y propuestas de AMLO se fraguó en los últimos 15 años, especialmente a partir del desafuero político que se intento en su contra y la identificación de millones de mexicanos que vieron en López Obrador al lider carismático capaz de enfrentar a los malos gobiernos. Su discurso político enmarcado en principios nacionalistas democráticos le permitió empatar con el creciente malestar social, pero sin caer en radicalismos que la mayoría no entiende. Pero esencialmente su congruencia, firmeza y honestidad han sido valores que le han permitido crecer en los sentimientos del pueblo de México.

A un mes de las elecciones del 1 de julio, solo un caso fortuito o de fuerza mayor (inesperado, imprevisible e inevitable), producido por la naturaleza o por el humano, puede impedir el triunfo de Andrés Manuel López Obrador  y MORENA alcance un primer sitio en la Cámara de Diputados y Senadores. Si como se reconoce en las encuestas electorales el porcentaje de votos a favor de AMLO y MORENA sigue creciendo, con todo y el fraude electoral que el PRIAN viene instrumentando, el triunfo popular se impondrá.

La desesperación y el nerviosismo inunda los cuarteles de campaña de Anaya-Meade, preocupados por su porvenir, pues el triunfo de MORENA y AMLO reconfigurará radicalmente el agónico sistema de partidos en México. El poder legislativo dejará de ser un feudo del PRIAN, los vende patrias y sus partidos satélites, y se convertirla en un espacio real, de discusión de ideas, propuestas y acciones legislativas para construir un México soberano e independiente. La victoria de MORENA y Andrés Manuel López Obrador  aperturará un espacio político- social insospechado para la construcción de la democracia en México y el fortalecimiento de las organizaciones populares y sus principales demandas.

El triunfo está al alcance de la mano, pero hacerlo realidad dependerá básicamente del accionar del pueblo. Arropando a AMLO en el tramo final. Saliendo a votar masivamente, redoblando la tarea de convencimiento entre los indecisos, defendiendo el voto, casilla por casilla y organizándonos en contra del fraude electoral. El 1 de julio confirmará lo que las encuestas electorales anuncian: la victoria popular de MORENA con AMLO a la cabeza.