El niño fue hallado sin vida en las calles de la delegación Tláhuac, presentaba múltiples golpes y murió por traumatismo cráneo encefálico.
Regeneración, 31 de octubre de 2017.- Luego de la aparición sin vida de un pequeño de cuatro años el pasado 23 de septiembre, autoridades confirmaron la detención de sus asesinos, quienes resultaron ser sus propios padres.
Según la Subprocuraduría de averiguaciones Previas Centrales, el pasado 23 de setiembre, alrededor de las 14:30 horas, el cuerpo de un pequeño fue hallado en las calles de la delegación Tláhuac, luego de que un transeúnte notificara su presencia. No tenía signos vitales y presentaba lesiones en distintas partes del cuerpo.
De acuerdo con el titular de la Subprocuradurúa, Enrique Reyes Peña, la causa de la muerte del niño fue traumatismo cráneo encefálico y torácico, con un intervalo postmortem de 15 a 25 horas de la intervención.
Los abuelos del niño fueron hallados y se presentaron en la morgue donde identificaron plenamente al menor, indicando los datos de los padres y el domicilio donde habitaban.
Durante las entrevistas recabadas, se refirió que en varias ocasiones, el niño presentaba lesiones en el cuerpo y que los padres las justificaban indicando que eran “caídas”. Vecinos del menor, intervinieron en varias ocasiones para evitar el maltrato contra el menor.
Los investigadores acudieron a la vivienda para hablar con los padres, pero ya se había ido con los hermanos del niño y todas sus pertenencias.
Los padres imputados manifestaron que, desde la noche del 20 de septiembre pasado, el menor fue golpeado por el papá, a bordo del microbús del cual era chofer y que utilizaba junto con su esposa e hijos como lugar para dormir.
Horas después, durante la madrugada siguiente, la víctima tiró el dinero obtenido por el pago de los pasajes, situación que molestó al padre, quien lo golpeó hasta privarlo de la vida.
Cometido el ilícito, los imputados se dispusieron a trabajar como de costumbre en la ruta y durante el transcurso del día acordaron abandonar el cuerpo, por lo que, durante la madrugada del 22 de septiembre, lo envolvieron en cobijas y lo dejaron en el lugar en donde fue hallado.
Asimismo, se obtuvo el testimonio del propietario del microbús, quien refirió que ese mismo día localizó la unidad desvalijada.
De encontrarse penalmente responsables del hecho que se les acusa, los probables participantes podrían alcanzar una sentencia de hasta 50 años de prisión cada uno.
Vía A Fondo