Arturo Gómez Pérez, fue asesinado a balazos cuando se encontraba conviviendo con amigos en una pozolería denominada «Casa Vieja».
Regeneración, 29 de diciembre de 2017.- Arturo Gómez Pérez, presidente municipal de Petatlán, Guerrero, perteneciente a la región de la Costa Grande del estado, fue asesinado a balazos por sujetos desconocidos que lo atacaron cuando se encontraba conviviendo con amigos en una pozolería, informó El Universal.
Los hechos ocurrieron a las 23:45 horas de este jueves, cuando el alcalde de extracción perredista estaba cenando y de repente, recibió dos disparos a corta distancia.
De acuerdo con El Financiero, aún con vida, el alcalde fue trasladado por paramédicos al hospital regional de Petatlán, donde minutos más tarde falleció.
Por su parte, la Fiscalía General del estado inició las diligencias respectivas para investigar los hechos.
Arturo Gómez tomó protesta como alcalde de Petatlán en octubre de 2015, tras haber ganado las elecciones municipales de junio de ese año como abanderado del Partido de la Revolución Democrática (PRD).
Con la muerte de Gómez Pérez, suman tres los funcionarios asesinados en ese municipio durante la actual administración.
El 5 de julio fue secuestrado, torturado y asesinado Manuel Rebolledo Pérez, quien fungía como secretario general del ayuntamiento. Su cuerpo fue abandonado cerca del aeropuerto de Ixtapa Zihuatanejo.
El año pasado, el 16 de noviembre fue encontrado el cuerpo de Édgar García Cerda, quién se desempeñaba como director de Desarrollo Urbano en esta misma administración. Su cuerpo presentaba visibles huellas de tortura y varios impactos de bala.
Antes, en febrero de 2009, quien fuera alcalde de Petatlán en dos ocasiones (una vez por el PRI y otra por el PRD), Francisco Javier Rodríguez Aceves, también fue ejecutado cuando caminaba con su esposa Silvia Cadena, quien resultó ilesa.
Además, en febrero de 2010, Rogaciano Alba Álvarez, exalcalde priista de Petatlán, fue detenido por elementos de la Policía Federal una carretera de Jalisco.
“El Roga”, como le apodaban, fue acusado por fungir como el principal operador del Cártel de Sinaloa y de La Familia Michoacana en la región de la Costa Grande de Guerrero. Además, fue investigado por la muerte de la defensora de derechos humanos, Digna Ochoa Plácido, y del campesino ecologista Javier Torres Cruz, en 2008.