Los tres presuntos asesinos de Berta Cáceres fueron militares hondureños que recibieron entrenamiento especial en los Estados Unidos, y que pertenecían a la inteligencia castrense de Honduras.
Regeneración, 2 de marzo de 2017.- El periódico británico The Guardian, reveló el día de ayer que los tres militares hondureños que presuntamente participaron en el asesinato de la ambientalista Berta Cáceres, recibieron entrenamiento militar en los Estados unidos, pertenecían a la inteligencia castrense de Honduras.
El asesinato fue orquestado, según las evidencias, por el propio ejército hondureño, como represalias la participación de la líder ambientalista en la resistencia al proyecto hidroeléctrico Agua Zarca, que amenaza con privar de agua a la comunidad lenca.
Estados Unidos otorga, según las investigaciones, millones de dólares destinados al ejército hondureño, como “ayuda militar”, y entrena a fuerzas de élite hondureñas, y su reacción ante las sospechas de que el ejército de Honduras participe en asesinatos de activistas y líderes comunitarios, es totalmente ambigua.
Desde el asesinato del expresidente Miguel Zelaya en 2009, al menos 120 activistas han sido asesinados en Honduras, convirtiéndose en el país más peligroso para defender los recursos naturales según el informe más reciente de Global Witness, que ha revelado el vínculo entre la represión a los defensores ambientales y la clase política y empresarial.
Berta Cáceres había recibido cerca de 33 amenazas de muerte, y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos le había otorgado medidas cautelares debido a esto.
Los militares involucrados en el asesinato de Berta Cáceres son: Mariano Díaz, veterano de las fuerzas especiales hondureñas, nombrado en 2015 al frente de la inteligencia militar del pequeño país centroamericano. Douglas Giovanni Bustillo, ex empleado de Agua Zarca, y autor intelectual del asesinato, recibió entrenamiento en labores de antiterrorismo en Estados Unidos en el año 2005, en la Escuelas de las Américas, en la que el Pentágono entrenó a militares latinoamericanos para labores de contrainsurgencia.
Henry Javier Hernández, por su parte, es sospechoso de haber participado en la ejecución extrajudicial, francotirador retirado, trabajó bajo el mando de Díaz y se convirtió en informante de la inteligencia militar a partir de su retiro en 2013.
Henry Javier Hernández fue detenido en Reynosa, Tamaulipas, el pasado 14 de enero.
Bustillo y Hernández visitaron el pueblo de La esperanza, donde vivía Cáceres, varias veces antes de la muerte de la ambientalista, de esto hay constancia en las llamadas de celular de ambos militares.
Sergio Rodríguez, ejecutivo de Agua Zarca, también fue arrestado.
Con información de Proceso