La periodista Blanca Juárez narra cómo fueron las elecciones del domingo primero de julio en la delegación Iztapalapa, gobernada por el PRD, así como el viacrucis que padecieron los vecinos para ejercer su voto
Por Blanca Juárez
Regeneración, 2 de julio de 2018.- En Iztapalapa el barrio respaldó el voto. El robo de papeletas, “secuestro” de urnas y funcionarios, compra de sufragio, agresiones a votantes, así como la falta de boletas fueron algunas de las trabas que no todos pudieron librar. Pero lo intentaron.
A las 7:15 de la mañana sujetos armados robaban 583 boletas en las colonia ampliación Santiago Acahualtepec. A esa hora la señora Angelina Chávez ya se preparaba para ir a votar. Pero al llegar a la casilla le informaron del hurto. “Me siento muy mal, no pude elegir a mi alcaldesa”, señaló en entrevista.
Los ladrones sólo se llevaron la papelería local y les dejaron la local. Así que autoridades del Instituto Nacional Electoral (INE) enviaban a los votantes a las casillas especiales para que ahí terminaran de votar. Pero los funcionarios del INE en esas otras instalaciones los rechazaban.
En Iztapalapa cada año Jesucristo sufre su viacrucis. Y los vecinos cada elección padecen una igual. Angelina Chávez recorrió tres casillas y en ninguna pudo votar.
Esta delegación, con el mayor número de votantes y de presupuesto, es la joya más deseada en la Ciudad de México.
En otra colonia, en Desarrollo Social Quetzalcóatl, unos compraban sufragios y otros los vendían. “Estamos haciendo cosas buenas”, señaló uno de los ofertadores. Con cerveza en mano advirtió: “no anden por aquí queriendo ver lo que hacemos. A la otra no salen”.
Algunos iztapalapenses defendieron su voto hasta donde pudieron. Algunos arriesgaron su integradas, como una funcionaria que hasta altas horas de este domingo seguía retenida en la Primaria José Santos Valdez. Fueron las autoridades electorales quienes quizá no respaldaron al barrio.