Por José Agustín Ortiz Pinchetti | La Jornada
Regeneración, 23 de noviembre del 2015.-Por qué con tanto problema la Presidencia y el PRI están gastando recursos en estudios profundistas para frenar las giras y espots de Andrés Manuel López Obrador (AMLO)? Tienen la peregrina idea de reformar la ley y prohibirlos como actos anticipados de campaña. ¿Por qué un dirigente como Manlio Fabio Beltrones, astuto, bien informado, se permite decir que AMLO y Morena están actuando con inequidad? Cuando el PRI rebasó en ¡13 tantos! el límite de gastos de campaña en 2012 y en las elecciones federales de 2015 difundió 4 millones 800 mil espots, mientras Morena tuvo 875 mil. En tiempos no electorales el PRI transmite 22 espots diarios mientras Morena sólo dos.
No es imposible que el PRI/gobierno y todos los partidos, instituciones y grupos de interés que forman el Tucom (todos unidos contra Morena) aprueben una norma inicua para impedir las giras o los espots de Morena/AMLO. A lo mejor provocan un efecto de reposicionamiento favorable a quienes quieren victimizar como en el desafuero.
El resultado del segundo Congreso Nacional de Morena podría aumentar sus preocupaciones; el balance del nuevo partido en 2015 no es un espejismo, son hechos sólidos. A poco más de un año de su registro logró ganar 35 diputaciones federales, 14 en los congresos locales, 20 en la Asamblea del DF y la mayor votación en esa entidad, además de alcaldías y delegaciones. Es el más impresionante debut de un partido en nuestra política. Además el segundo congreso se celebró con una orden y puntualidad insólitas en las organizaciones de izquierda. Las elecciones internas fueron impecables, sin ninguna impugnación. Lo más angustiante para sus adversarios fue la forma en que se reorganizó la dirigencia. AMLO se encargará de la operación y su equipo central se ha consolidado.
Sin embargo, el triunfalismo siempre peligroso sería infundado. El Tucom se va a lanzar en una campaña mediática y en la compra de los votos de una población cada vez más empobrecida. Como si fuera poco Morena tiene que lograr auténtica unidad, negociar sus diferencias internas y eliminar dos de sus peores vicios: la desorganización y el canibalismo. Los pilares de Morena pueden ser sólidos, pero es excesivo el peso que gravita en un solo personaje. Espero que entre los entusiastas jóvenes que aplaudieron a rabiar a AMLO empiecen a surgir líderes que se unan a los cuadros actuales para que de esta masa crítica surjan figuras capaces no sólo de reforzar el liderazgo del ex jefe de Gobierno del DF, insustituible en este momento, sino que preparen el inevitable relevo de la generación fundadora de este singular movimiento que se propone nada más y nada menos que revertir las reformas neoliberales y transformar al país en lo que hace décadas nos parecía su destino manifiesto: convertirse en una gran democracia moderna.