Ayotzinapa: Ir a la raíz por Blanca Montoya

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No basta con exigir la aparición con vida de los 43  estudiantes de Ayotzinapa y castigo a los autores materiales e intelectuales de las desapariciones y asesinato. Es necesario ir a la raíz: el sistema capitalista depredador, el gobierno entreguista y la oligarquía apátrida y sumisa frente al imperialismo

Regeneración, 14 de octubre de 2014. Masacres de todo tipo han teñido de sangre nuestro país a lo largo de su historia. Pero llevamos treinta años en los cuales esta realidad ha ido en aumento, según la depredación del sistema capitalista neoliberal se hace más salvaje.

Como lo señala Guillermo Almeyra en su excelente artículo del domingo, (http://www.jornada.unam.mx/2014/10/12/opinion/022a1pol),  no basta con exigir la aparición con vida de los estudiantes de Ayotzinapa y el castigo a los autores materiales e intelectuales. Es necesario ir a la raíz: el sistema capitalista, el gobierno entreguista y la oligarquía apátrida que lo impone en connivencia con el imperialismo.

El entramado del régimen neoliberal imperialista sólo atiende a la ganancia exorbitante de una minoría a costa de lo que sea: mentiras, corrupción, pobreza,  violencia, narcotráfico, guerras, terrorismo, represión, impunidad y venta de la patria.

Mientras la mayoría no tome conciencia de que el sistema, el Estado y el imperialismo son la razón de esta masacre y de todas las atrocidades que acaecen en nuestro país, la situación empeorará. La participación de México en la Alianza del Pacífico significa, como lo ha declarado Evo Morales, avanzar en la privatización de los servicios básicos, en la entrega de nuestros recursos naturales y en la explotación de los trabajadores para que la oligarquía se siga enriqueciendo y los países ricos continúen robándose nuestros recursos como lo han hecho desde hace más de quinientos años sangrientos.

Los procesos revolucionarios de los países que están rumbo al socialismo en América Latina han logrado una disminución significativa de la pobreza, una mayor inclusión en educación y salud y la creación de un sistema cada vez más democrático, incluso la ONU lo reconoce en sus cifras, aunque eso no se difunde.

Una revolución pacífica que implemente un nuevo orden y consiga la paz pasa por la conciencia, la unión y la organización del pueblo y los movimientos sociales. Los países progresistas de América Latina han logrado sostener su revolución y su soberanía, a pesar del ataque, la mentira, la desestabilización y la violencia que infiltran y difunden, en función de una mayoría consciente, unida y organizada que resiste este ataque de neoliberales nacionales e internacionales.

No es posible, ni basta con marchar en contra de la cantidad de abusos e injusticias que se cometen en contra del pueblo mexicano, el régimen infiltra violentos y los medios de comunicación se encargan de desprestigiar a estos manifestantes tildándolos de alborotadores y delincuentes. Es necesario manifestarse por todas las vías de expresión para ir creando conciencia en toda la población. Se necesita conjuntar esfuerzos para organizarse en función de una revolución contra un sistema político y económico que sólo provoca desolación y muerte. De nada serviría que la verdadera izquierda ganara una elección, si el pueblo no está consciente, unido y organizado, el imperialismo y el régimen actual ya han preparado el terreno para dar un golpe y para masacrar al pueblo si así ocurriera, mientras un amplio sector inconsciente y pervertido por la propaganda imperialista aplaudiría. Sólo el pueblo unido, consciente y organizado podría impedirlo como de hecho ocurrió en Venezuela, Bolivia y Ecuador.