Mesa, el candidato de la oposición de derecha, rechaza la audición de elecciones y convoca a seguir combatiendo al presidente indígena de Bolivia
Regeneración, 30 de octubre de 2019. Se firmara entre la OEA y el Estado Plurinacional de Bolivia el día de hoy la auditoría de las elecciones presidenciales de ese país, dijo el canciller de del Estado Diego Pray en rueda de prensa.
El candidato opositor Carlos Mesa rechazó el pacto al que calificó de “unilateral”
El gobierno de Bolivia y la Organización de Estados Americanos (OEA) acordaron este miércoles hacer una auditoria de carácter “vinculante” a las elecciones presidenciales.
Estas se llevaron a cabo el pasado 20 de octubre, en las que triunfó sin necesidad de una segunda vuelta el presidente Evo Morales.
El convenio con la OEA garantiza “la verificación de las actas, verificación del proceso, datos estadísticos y cadena de custodia” de los votos.
Además del “acceso a las instalaciones e información que soliciten” los técnicos que llegarán al país este jueves para dar inicio a la auditoría, aseguró Pary.
El proceso de revisión, según el pacto, «se concentrará en la jornada electoral y las fases posteriores».
El opositor Carlos Mesa, que gobernó Bolivia entre 2003 y 2005 y que, sin presentar pruebas, denunció fraude electoral en las elecciones, rechazó el acuerdo.
“Nosotros no aceptamos la auditoría en los actuales términos pactados unilateralmente”, afirmó Mesa en una declaración de prensa.
La oposición de Bolivia considera que el recuento de votos realizado por el Tribunal Supremo Electoral (TSE) estuvo plagado de irregularidades, tras dar a Morales como ganador en primera vuelta.
Un primer sistema de conteo rápido de votos del TSE anticipaba una segunda vuelta entre Morales y Mesa.
Pero tras un silencio de más de 20 horas sobre el avance del escrutinio la tendencia cambió y finalmente fue declarada la victoria de Evo Morales en primera ronda.
La ley de Bolivia atribuye la victoria en primera vuelta con más de 50 por ciento de los votos.
O en su caso con 40 por ciento y una ventaja de 10 puntos porcentuales sobre el segundo.
El polémico conteo ha provocado violentas protestas en el país desde la semana pasada.