Este diciembre los diputados recibirán una bolsa de más de medio millón de pesos, conformada por sus prestaciones de ley (357 mil pesos) y un bono adicional y secreto por 150 mil pesos.
Regeneración, 05 diciembre 2016.- Desde el año 2000, los recursos “secretos” o disfrazados han existido en la Cámara de Diputados, y han sido otorgados a través de las llamadas “compensaciones”, bonos extraordinarios, etc. al menos desde hace 16 años.
Del año 2008 hasta ahora, los recursos adicionales que reciben los diputados salen de una partida denominada “subvenciones extraordinarias”; el diario El Universal publicó el viernes que este mes de diciembre los diputados recibirán una bolsa de más de medio millón de pesos, conformada por sus prestaciones de ley (por aproximadamente 357 mil pesos) y un bono adicional y secreto por 150 mil pesos.
“Siempre han existido esos pagos”, afirma José Manuel Del Río, dos veces diputado federal por Convergencia, partido que hoy es Movimiento Ciudadano. Según su experiencia en la 58 Legislatura, del año 2000 al 2003, como legislador de ese partido, el “bono” se daba a través de compensaciones, por el cargo que desempeñaban los diputados.
Primero, quienes integraban la Mesa Directiva recibían más dinero, seguidos de quienes conformaban la Junta de Coordinación Política, luego los presidentes de comisiones y al final los diputados comúnes y corrientes, es decir, diputados de primera, de segunda, de tercera y de cuarta.
Del Río Virgen, detalla que en las reuniones para tomar acuerdos sobre el dinero sacaban a los demás diputados, “la decisión no es administrativa, sino de carácter eminentemente político, tomada por los coordinadores y que se refleja en los diputados”, también confirma que se mantuvieron las subvenciones extraordinarias, el ahora ya famoso “bono secreto”.
Los encargados de las finanzas en San Lázaro a partir del año 2000, señalaron que las compensaciones y bonos “siempre han existido, bajo diversas modalidades”.
Khemvirg Puente, profesor de carrera de tiempo completo de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, opina que el dispendio de los llamados “bonos secretos” demuestra una vez más que la Cámara de Diputados es un “botín” para los grupos parlamentarios.
Urge que se deben transparentar para que quede claro cuál es su propósito, de dónde salen y si estaban presupuestados por los propios legisladores; estos bonos no están previstos en el presupuesto del recinto legislativo, lo que habla de que probablemente sean remanentes que la Cámara de Diputados tiene en el año. “De ser así, estamos hablando de una operación ilegal”, dijo.
“Queda demostrado una vez más en la actual Legislatura que los diputados no parecen tener un compromiso real con lo que han legislado en materia de transparencia”, acusó.
Con información de El Universal