Durante cinco temporadas la audiencia ha generado empatía con este profesor que se dedicó a cocinar metanfetaminas para dejarle un futuro a su familia.
Breaking Bad: «Cultura-pop» que normaliza la violencia del negocio de las drogas registró 6.4 millones de televidentes en uno de sus últimos episodios.
Regeneración, 29 de septiembre de 2013. Breaking Bad, la serie de televisión que ha captado altos índices de audiencias y este domingo llega a su fin, es un entretenido espectáculo que no muestra el verdadero drama de las drogas en México, aseguran.
El teledrama que en sus últimas emisiones alcanzó 6.4 millones de televidentes, muestra con ingenio y profesional factura, la historia de un maestro de Química que se involucra en el negocio de la metanfetamina para proveer a su familia después de ser diagnosticado con cáncer.
«Es una forma de terapia «cultura-pop» que normaliza la violencia del negocio de las drogas, nos ayuda a aceptar lo que está sucediendo en las calles de México y algunas ciudades de Estados Unidos como un fenómeno natural», escribió Douglas Haddow para The Guardian.
Historia
Walter White (tal vez lo recuerdes como «el papá de Malcolm» el de enmedio) es el único gracias a sus conocimientos, capaz de «cocinar» o lo que es lo mismo, producir una peculiar metanfetamina de color azul de altos niveles de pureza. Junto con su alumno Jesse Pinkman protagonizarán durante 62 episodios de éxitos y derrotas, -a veces en paz y a veces a fuerza- en la disputa en el espacio del poder, en la comercialización de su producto cuya demanda se expande y crece en todo el mundo.
“Al principio la gente simpatizó con Walter, porque todos podemos vernos inmersos en una crisis médica. Pero poco a poco se fue transformando en alguien más y más oscuro y menos simpático en cada episodio y lo hicimos con ese propósito. Fue una especie de experimento para ver en qué momento la gente se retiraba de la pantalla», asegura el productor.
La «fantasía clasemediera» con escenarios de nota roja producción de la cadena estadunidense AMC, reporta las más altas calificaciones de la audiencia en portales especializados.
“La reacción del público me sorprendió, porque mucha gente sigue viendo a este bastardo. ¡Es un hombre malo!”.
Escenario familiar
Ambientada en la ciudad de Albuquerque. El paisaje desértico de Nuevo México, muy comparable a cualquier ciudad de Chihuahua o San Luis Potosí. La narrativa llena de elementos en español y exaltación de la presencia latina en el sur de Estados Unidos. La influencia de «el cartel» y muchos otros elementos, establecen un sólido marco de referencia con el vecino del sur.
Decenas de personajes, en su mayoría hombres, pero también mujeres y niños, fueron asesinados de manera explícita en pantalla. Tortura, ejecuciones y cruentas balaceras. Aspectos del proceso para «pozolear» y desaparecer un cuerpo. Todos los domingos, a las 9 (8 centro).
En el diario británico The Guardian por Internet, Douglas Haddow da cuenta de la Caravana del Movimiento por la Paz mexicano, que recorrió el sur de los Estados Unidos en aquellos días en que la serie se encontraba en una especie de climax de violencia visual:
«Con un grupo de personas cuyas vidas han sido permanentemente afectadas por circunstancias fuera de su control, la caravana expresó lo que «guerra de las drogas» significa en la actualidad. «Que no es realmente una guerra, sino un conjunto de malas políticas que han resultado en un implacable desastre en materia de derechos humanos».
El éxito de esta serie a nivel mundial ha sido tal, que en Colombia ya se prepara la versión latina, la cual llevará por título ‘Metástasis’.
Con información de Excelsior, The Guardian. Foto: nationalforex.com