Regeneración presenta la primera entrega de su entrevista exclusiva con Francisco Cruz sobre su próximo libro: ‘García Luna, El señor de la muerte’
Regeneración, 5 de octubre, 2020. El expresidente Felipe Calderón está visiblemente desesperado, y tiene razón de estarlo; su secretario de Seguridad Pública está preso en Estados Unidos acusado de narcotráfico. «Yo creo que en cualquier rato lo puede alcanzar el destino» también a él, afirmó en la entrevista exclusiva para Regeneración el periodista Francisco Cruz sobre su próximo libro: ‘García Luna, El señor de la muerte‘.
El autor del libro editado por Planeta se propuso responder las incógnitas: «¿De dónde nace un personaje tan conocido, que se hace de tanto poder, pero que al mismo tiempo es desconocido?«.
Y es que poco se sabe del primer secretario de Estado mexicano encarcelado hoy en Estados Unidos, a pesar de que ocupó múltiples cargos en áreas de seguridad a lo largo de tres sexenios.
En su entrevista para Regeneración, el también autor de ‘Los juniors del poder‘ (2014) repasa rápidamente la trayectoria de Genaro García Luna para explicar cómo es que un ingeniero mecánico logra llegar al Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen).
Explica cómo fue posible que un hombre que fracasó como espía y estratega logró acumular tanto poder usando la información como un arma que llegó al punto de poder doblegar a alguien como Manlio Fabio Beltrones.
Finalmente el periodista revela la razón del interés de Estados Unidos en el jefe de Seguridad de Calderón: su información y su dinero, que lo convierten en «una mina de oro«, una «vaca lechera que está llena para lo que los gringos la quieran utilizar».
Estos son sólo algunos de los temas que Francisco Cruz contó en la entrevista exclusiva para Regeneración, cuyas entregas se irán publicando a lo largo de la semana. Esta es la primera parte.
De ingeniero mecánico al Cisen
—¿Cómo un ingeniero mecánico llega el Cisen? ¿Cómo se convierte en espía del gobierno?
—La idea de ‘García Luna, El señor de la muerte’ es justamente responder a esas preguntas que yo mismo me hacía: ¿De dónde nace un personaje tan conocido, que se hace de tanto poder pero que al mismo tiempo es desconocido?
Lo primero es responder ¿Quién es? ¿De dónde salió? Eso me llevó a descubrir que es de una familia que huyó de Michoacán en los sesentas. ¿De qué huyo?, no lo sé. Pero esa familia llegó a insertarse en una calle de una colonia popular en la Ciudad de México. Hoy en día su familia sigue viviendo ahí.
En esa calle, conocida como «La canasta», se reunían los viejos agentes del Servicio Secreto de la Ciudad de México. Los comandantes reunían ahí todas sus ganancias, fruto de sus extorsiones y robos; y justo en la esquina donde vivía García Luna, se hacía la repartición. Por eso le llamaban “La canasta”.
A los 11 años de edad lo reclutó una pandilla de agentes del servicio secreto, que luego pasó a ser la Dirección de Investigación para la Prevención y la Delincuencia (DIPD) y luego la desaparecen. Pero es maquillaje, porque el gobierno del PRI y del PAN, eso hacen, maquillajes. Y los insertan en la Dirección Federal de Seguridad (DFS). Los insertan en la Policía Judicial Federal (PJF), en la Policía Judicial del Distrito Federal (PJDF), y lo reclutan como informante, “dedo”, “madrina” o “halcón”, como le quieras llamar. Él identificaba a los comerciantes ricos de la zona y los agentes se encargaban de extorsionarlos, de robar o asaltarlos. Eso hacía García Luna de niño, a los 11 años de edad, así empieza “su carrera”.
El primer gran golpe
En 1987, García Luna crea su pandilla. El primer gran asalto de García Luna, quien era conocido como “El chango” fue el 25 de diciembre de 87, cuando entraron por la azotea a la casa de un comerciante de un mercado popular de la Romero Rubio, que está detrás de Lecumberri, hoy el Archivo General de la Nación, y se roban 250 millones de pesos.
En la averiguación previa, en uno de los añadidos, dan el croquis de la casa donde se escondieron los asaltantes y resulta que era la casa de los García Luna. Allí se planeaban los robos y operaban en los baños del mercado de la Romero Rubio, eso fue en 1987. García Luna tiene 19 años para ese año.
En la secundaria le llamaban “El chango”. Era un alumno violento. Ahí, a un compañero en segundo de secundaria lo encerraron en uno de los salones y lo golpearon salvajemente; fue la pandilla de “El chango”. Todo mundo pensaba que lo iban a expulsar de la secundaria, que está a unas dos cuadras de su casa, pero no lo expulsan. Agentes del servicio secreto llegaron a amenazar al director y a todos los maestros. Entonces tiene impunidad, y esos mismos agentes lo llevan de la mano para insertarlo en el Cisen en el año de 1989.
La hermandad de García Luna
—Es así como el ingeniero mecánico llega a ser el espía del gobierno de Carlos de Salinas de Gortari.
—Cuando llega al Cisen, ya muerto su viejo maestro y jefe pandilla, el policía de servicio secreto arma una hermandad. Entonces, García Luna, que puede ser un tipo cínico, criminal, delincuente, frío, es un hombre astuto también; en el Cisen empieza a conocer las fichas de todos nosotros, de los delincuentes, criminales, líderes sociales, insurgentes, supuestos guerrilleros. Con eso arma su hermandad mafiosa, con seis personajes. Pero luego se integran otros como Luis Cárdenas Palomino y Ramón Pequeño García, prófugos ambos de la justicia. Se integra Maribel Cervantes Guerrero, que recién la renunciaron de la Secretaría de Seguridad del Estado de México, y otra persona que es desconocida, pero que debía ser bien conocida: Linda Cristina Pereyra Gálvez, su esposa. Ellas serán sus analistas, ellas elaboraban sus fichas. Ese grupo nace en el Cisen.
Un fracaso como espía, pero hábil con la información
—Sin embargo es un fracaso como espía, fracasa abiertamente.
—Sobre el alzamiento en Chiapas ocurrido en 1994, él es responsable, uno de los dos responsables del fracaso para el gobierno. Él debía ser el responsable de elaborar el informe que condujera al gobierno a desmantelar o evitar el alzamiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional. Dicen que elaboró un informe, pero que era tan malo que Salinas de Gortari nunca se dio por enterado que había guerrilla.
Su segundo fracaso, en 1997, Zedillo le encarga combatir al principal secuestrador, al más sanguinario de este país, “El mochaorejas”, pero fracasa. Zedillo pide que se incruste en ese grupo al comandante Alberto Pliego Fuentes de la Policía Judicial del Estado de México.
En 1998, con menos recursos que García Luna, Pliego Fuentes atrapa vivo al “Mochaorejas”. Así el comandante le “roba” su primer gloria a García Luna.
Cuando tiene poder en la AFI, García Luna encarcela al comandante Pliego Fuentes, que también tenía relación con el crimen organizado, y lo dejan morir en la cárcel acusado de narcotráfico.
¿Y qué pasa después? De la mano de García Luna este país se llena de secuestradores. Él descubre a las bandas y las encarcela, las estaba encubriendo. Ahí tiene acercamiento a las fichas de los principales capos de la época.
En las elecciones del año 2000, el grupo de García Luna opera abiertamente para Labastida Ochoa. Jamás pensaron que podía perder, pero perdió. ¿Qué hace García Luna? Traiciona al PRI; se acerca Martita y a Fox y les vende los secretos negros de los priistas, porque los tiene. ¿Qué hacen? De pronto todos los priistas que se oponían a Fox doblan las manos después de una reunión con García Luna. Manlio Fabio Beltrones Rivera se convierte en un vicepresidente de este país después de esa reunión, porque García Luna tenía los secretos oscuros de Beltrones.
Un fracaso como estratega, pero bien conectado
—De acuerdo a lo que nos has relatado, y en términos de su eficiencia profesional como espía, como analista del Cisen, su éxito no radicaba en su capacidad de investigación, sino más bien en el manejo de la información a la que tuvo accesos desde su ingreso al Cisen, lo que permitió construir su red de poder e influencia.
—Absolutamente es un fracaso. No solamente están sus fracasos en el Cisen, que hace cuando Fox crea la AFI (2001), la nueva policía es un fracaso y él lo reconoce cuando llega a la Secretaría de Seguridad Pública (2006). ¿Qué hace?, la desaparece para crear su policía científica que es otro fracaso.
Pero, ¿qué hace con Fox?, reconstruye todas las relaciones de la fichas que tenía con las capos de la droga. Él no llegó con ellos por arte de magia, llegó por las conexiones que conocía y las fichas que había robado del Cisen. Martha, Fox, le dan todo el poder y ahí es cuando ya construye esa relación con los cárteles.
Sus nexos no empezaron en 2007 o 2006, empezaron desde su ingreso al Cisen, elaborando las fichas del espionaje, que es lo que es García Luna, el señor de la muerte; es eso, la ficha de García Luna, la que el elaboró de nosotros.
Cuando llega el 2006, negocia con Margarita y con Felipe, él es parte fundamental de la especie de remontada que supuestamente le dieron a Andrés Manuel López Obrador. Se ve claramente el primero de diciembre; él es la cabeza de un comando o un contingente de 2 mil 600 elementos de élite de la Marina, o la Armada Naval, para tomar el Congreso de la Unión, para permitirle entrar a Felipe Calderón por la puerta trasera y poder autocolocarse burdamente la Banda Presidencial. García Luna se hace de todo ese poder.
Calderón sabía
—¿Calderón no sabía del proceder de García Luna? ¿Lo protegió? ¿Fueron cómplices?
—Claro que sabía. ¿Cómo llega Felipe Calderón a los Pinos? Con la ayuda de García Luna. Hay evidencias que recogí, hay indicios, declaraciones, de que, desde la campaña de Felipe Calderón y Andrés Manuel López Obrador, García Luna, en la AFI, ordenó infiltrar todos los eventos importantes de Andrés Manuel López Obrador. Él fue base fundamental de esa remontada de .56 por ciento.
Eso no se ha documentado mucho, pero él tenía todos los expedientes, tenía todos los archivos. Tenía toda la experiencia del mundo para hacerlo y lo logran, a través de muchas cosas, como la guerra sucia. Pero hay cosas que no se han documentado; el papel de García Luna en ese equipo de Margarita Zavala y Felipe Calderón.
Él mismo se presenta ante Felipe y le entrega los expedientes secretos que le van a permitir gobernar en medio de una falta de legitimidad. García Luna aprendió el valor de la información, de los secretos más sucios del sistema.
Felipe Calderón, con esa necesidad de legitimarse, le abrió las puertas al poder, lo tuvo a su lado. Porque si hay alguien que conoce los secretos oscuros de Felipe Calderón es Genaro García Luna y eso es lo que da origen a este libro.
La ostentación del dinero
—¿Sobre la red inmobiliaria y sus 34 propiedades en EU…?
Se quería hacer empresario a lo grande y eso derrumba ya totalmente la idea de que es un hombre que no tiene dinero. Yo relato cómo primero fue comprando todo en efectivo para esconderlo, hasta que llegó Margarita lo legalizó. Cuando pensaba que ya nadie podía encontrarlo, cuando pensaba que nadie podía investigarlo, y claro, una vez que termina el gobierno de Calderón y lo dejan fuera del gobierno, pero, claro, con muchos recursos, ¿qué hace? Pues en algún lugar tiene que sacar los millones que obtuvo del narco, es decir, el dinero no lo puedes esconder para siempre abajo de la cama y tampoco lo puedes meter a los bancos. Si lo metes en Estados Unidos te van a perseguir de inmediato. Pero el problema es que se engolosinó, se quiso pasar de listo, digo yo. Tentó a su suerte, y la suerte lo alcanzó con esos departamentos de lujo, yates, piscinas, esa vida del ‘jet set’ que solo se puede dar uno en las aguas tranquilas de Miami.
Una mina de oro para EU
¿Ese dinero de dónde sale? Pues parte del narco, parte de lo que le transferían desde gobernación, y ya no puede ocultar su riqueza, no puede ocultar que es un hombre opulento. A Estados Unidos le importan dos cosas: los secretos y el dinero. Al Capone cayó por eso, no cayó por otra cosa. Y García Luna está cayendo en parte por el dinero, por el derroche que hace en Miami comprando y comprando. Y otro pues por los secretos, la información que tiene es oro. Los archivos los tiene, y las fichas las tiene, o sea, tiene el poder, tiene las fichas en algún lugar de sus computadoras, de sus servidores. Tiene las fichas de nosotros, y digo de nosotros porque hay muchos comunicadores ahí, lo sé. Tiene las fichas de los delincuentes, de los policías, tiene casi como 700 mil fichas de policías activos e inactivos. Así que es una mina de oro. Yo digo que es la vaca lechera, cargada de leche, que tuvo un becerrito y está llena para lo que los gringos la quieran utilizar. Pero además se van a quedar con el dinero porque les gusta mucho.
Una rebelión en la PF para tratar de desestabilizar a AMLO
Eso es tesoro, es oro. Por eso yo no tengo ninguna duda en afirmar que desde ahí salieron las órdenes para propiciar una rebelión en la Policía Federal para tratar de desestabilizar el gobierno de AMLO, no tengo ni una duda. El bañó a todos sus hombres en todas las policías principales de este país y en los estados. Es un hombre peligroso por la información que tiene, la información sabiéndola utilizar es peligro.
Otro ‘Montesinos’ y un Calderón desesperado
—Usted hace un paralelismo con el caso de Fujimori y Vladimiro Montesinos, su Rasputin
García Luna quería ser J. Edgar Hoover y terminó en un Vladimiro Montesinos. Un asesino que además se robó cualquier cantidad de millones. Pero el día que cayó, cayó también Fujimori y eso es a lo que tiene miedo Felipe Calderón.
Por eso a veces, yo te confieso, no soy muy amante de las redes sociales, me descontamino de eso. Yo me meto a escribir mis libros con mi información y me desconecto, y ya, pero de pronto sí tengo que entrar, y de pronto algunos tuits (de Calderón).
Me parece que, primero, es un desesperado, en la desesperación de que su hombre que más conoce está preso. Y segundo, pues es un presidente golpista, es un incapaz, siempre lo fue. Encontró en Andrés Manuel un rival que le fue muy cómodo a los medios, a los intelectuales, a las élites del poder, y de ahí lo encumbraron porque era un hombre muy gris, muy incapaz. Hizo de Andrés Manuel su forma de vida, pero también se hizo un depredador de recursos públicos.
Entonces me da la impresión de que Calderón está muy desesperado y tiene razón, yo creo que en cualquier rato lo puede alcanzar el destino como alcanzó a García Luna.