El calentamiento global se agudiza y acelera. Este año ha roto récords milenarios. Resalta el silencio de los políticos y los gobiernos.
Por James Dyke
Regeneración 15 de marzo del 2016.- El 2014 fue el año más caliente que hayan registrado los humanos. Pero el 2015 fue aún más caliente. Y enero del 2016 rompió el récord por la temperatura mensual anómala más larga. Pero entonces vino febrero pasado.
Febrero no rompió los récords de cambio climático. Los arrasó. Regiones del Ártico donde la temperatura subió hasta 16C° más de lo normal –sea cuanto sea lo normal hoy-. Pero lo que está haciendo a la gente levantarse y actuar es que la superficie del norte de la Tierra del Ecuador, fue 2°C mayor a las temperaturas preindustriales. Se supone que esta era una línea que no debía cruzarse.
Esos dos grados fueron ampliamente interpretados como la temperatura que podría producir un calentamiento potencialmente acelerado. Puedes imaginarlo como un límite de velocidad en nuestro impacto en el cambio climático. Pero no se trata de una velocidad objetivo. Si estás manejando un coche, y llevas una carga muy pesada se te recomienda que bajes la velocidad ya que si vas muy rápido tus frenos se vencerán y será imposible detenerte.
Estamos empantanando la habilidad de la tierra para absorber gases de efecto invernadero. 2015 vio el incremento anual más grande en dióxido de carbono desde que iniciaron los registros, mucho más altos que los que la Tierra ha experimentado por cientos de miles de años.
Más dióxido de carbono en la atmósfera significa temperaturas más altas. Ya existe un loop efectivo de impacto de esta operación, el calentamiento extra de nuestras emisiones está aumentando la cantidad de vapor de agua en la atmósfera, lo que aumentará más las temperaturas en el futuro.
Desafortunadamente, parece que hay muchos más factores que están al acecho para un mayor calentamiento. Los puntos de inflexión, como el deshielo de los glaciares o el permafrost, y la liberación del gas metano de la ganadería está teniendo potentes efectos que podrían conducir a temperaturas mucho más altas, más allá del umbral de los 2°C.
Incluso si cobráramos una mayor conciencia colectiva y rápidamente redujéramos las emisiones de carbono a un punto, aún tendríamos que volver a la geoingenería drástica para revertir los drásticos efectos del calentamiento. No hay garantía de que dichos frenos climáticos funcionen. Si fallan, nuestra civilización estaría en curso de enfrentarse con un planeta mucho más caliente.
El umbral de lo seguro y no seguro, de los 2°C reconoce la significativa cantidad de incertidumbre de dónde es que comienza el calentamiento global más peligroso. Podría ser a más de 2°C. Esperamos que lo sea. Pero no es improbable que sea menos. Necesitamos tener en mente que sólo fue el hemisferio norte el que cruzó la línea. También debemos considerar al fenómeno del Niño, que está teniendo un efecto en las temperaturas alrededor del planeta. En el 2014, predije que 2015 rompería récords de temperaturas. Y no porque tenga poderes, sino porque las señales que daba El Niño apuntaban hacia acá.
Así que mientras las temperaturas récord continúen con su tendencia el resto del 2016, para el final de este año la situación debería enfriarse de cierta manera. ¿Cierto?
A veces parece que al hacer este tipo de enunciados nos estamos dirigiendo al cielo esperando una respuesta divina y que no estamos enfrentándonos a un cambio climático sostenido. Pero lo que es más de temerse, es la reacción política, social y económica a estos puntos de referencia del cambio climático.
¿Has escuchado algún discurso político que se refiera a los recientes récords de cambio climático? Ninguno de los candidatos republicanos de Estados Unidos siquiera cree en el cambio climático producto de la actividad humana. Lo cual por sí solo ya es una cuestión para preocuparse.
Por ejemplo mientras escribo, los temas más importantes en Twitter son un perro gigante y la foto de Kim Kardashian desnuda, sobre todo fotos de Kim Kardashian y gente que comenta sus fotos. Y gente que le responde y así. Parece que estamos desinteresados, o insensibilizados a los cambios ambientales que están ocurriendo a nuestro alrededor.
Seguramente se romperán más récords de temperatura y contaminación este año, pero los tratamos como tratamos las nuevas modas, los nuevos teléfonos y las nuevas películas. Más novedades, mejores características, más drama. Parecemos incapaces de entender que somos nosotros los que estamos detonando estos cambios. Cambios que están rompiendo récords, y que finalmente terminarán por romper la propia civilización, y que acabarán con todo aquello que sí nos obsesiona.
Fuente: I Fucking Love Science