Cambio climático terminaría con algunas ciudades rusas

Por el cambio climático, los suelos permanentemente congelados dejarían de estarlo lo que significaría la destrucción de varios edificios.

 

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Regeneración, 29 de diciembre de 2016.- Un análisis ruso-estadounidense dice que el peor de los casos podría llevar a una reducción del 75-95 por ciento de la capacidad de carga en toda la región del permafrost -suelo siempre congelado- para 2050.

Los autores concluyen: «Esto puede tener un efecto devastador en las ciudades construidas sobre el permafrost». La descongelación del permafrost «puede conducir potencialmente a la deformación y al colapso de las estructuras».

El estudio examinó cuatro ciudades y regiones de Siberia en detalle, todo dentro del 63 por ciento del territorio ruso que abarca el permafrost.

Estos lugares son ilustrativos, y la amenaza potencial para los edificios se aplica en las ciudades de toda la región porque la «capacidad de carga» de la tierra hasta ahora sólida se está debilitando, y las estructuras residenciales e industriales de todo tipo se enfrentan al colapso.

«En promedio, los cambios más rápidos se proyectan para Salekhard (norte de Rusia europea) y Anadyr (en el confín oriental de Siberia). Allí la capacidad de carga podría disminuir a niveles críticos para mediados de la propia década. En las siberianas Yakutsk y Norilsk se espera que la disminución crítica de la capacidad de carga inducida por el clima se produzca alrededor de 2040.

Los académicos – cuyo trabajo fue financiado por la Fundación de Ciencia Rusa y la Fundación Nacional de Ciencias de Estados Unidos – subrayan que la «alta incertidumbre» en las «proyecciones climáticas» no permite conclusiones definitivas y ofrecen seis escenarios diferentes para la velocidad de los cambios.

Sin embargo, subrayaron que las nuevas técnicas de construcción deberían tener en cuenta los cambios en el permafrost bajo las ciudades, informa The Siberian Times.

«Nuestro análisis demuestra que los cambios de permafrost inducidos por el clima pueden potencialmente socavar la estabilidad estructural de los cimientos, lo que indica una clara necesidad de adoptar normas y reglamentos de construcción para las regiones de permafrost que representen los cambios climáticos proyectados».

Numerosos estudios muestran que el Ártico ruso se está calentando a una tasa de aproximadamente 0.12 grados Celsius al año, «significativamente más rápido que el promedio global», afirman los autores. Bajo predicciones más ‘conservadoras’, todavía habrá una disminución de menos del 25% en la ‘capacidad de soporte del suelo’.

«Este cambio no debería afectar significativamente a las estructuras bien diseñadas», dijo el estudio, lo que implica que las construcciones peor construidas serían socavadas.

El estudio fue publicado en Geographical Review, revista de la American Geographical Society de Nueva York.