Los migrantes que hayan entrado a Estados Unidos por México serán deportados y abandonados a su suerte en tierras mexicanas si Trump cumple sus promesas. Podrían ser campos de cientos de miles.
Regeneración, 22 de febrero de 2017.- Las nuevas órdenes de Trump mientras aplica su nueva ley migratoria contemplan deportar a México no sólo a los inmigrantes mexicanos, sino también a todos aquellos que hayan ingresado a territorio estadounidense por la frontera con México.
Mientras anteriormente sólo los migrantes mexicanos eran deportados a México, con las nuevas directrices de los memorandos a diversas instancias migratorias y de seguridad por Trump, todos los migrantes entrados por México será enviados a México, lo que los dejará en total indefensión, en un país donde no tienen vínculos, ni recursos de ningún tipo.
Además, señaló Patrick Murphy, un sacerdote que se encarga del Albergue Casa del Migrante, en Tijuana, México no está preparado para recibir a los que serían cientos de miles de migrantes indefensos refugiados en México. La región fronteriza además, ya cuenta con suficientes problemas a los que el gobierno es incapaz de hacer frente por sí mismo. Violencia y presencia del narcotráfico son algunos de los peores problemas que conviven en lo que sería el territorio de acogida para cientos de miles.
Alejandro Hope, analista de seguridad de la Ciudad de México, asegura que se trata de potenciales cientos de miles de migrantes. Y recordó la actual situación que se vive en Tijuana donde siete u ocho mil migrantes llegaron hace algunos meses al finalizar la administración de Obama, con la esperanza de lograr asilo en Estados Unidos. En este caso, la ciudad de Tijuana se vio desbordada y fueron grupos de la sociedad civil los que apoyaron con donaciones de comida, camas improvisadas y tiendas de campaña.
Hope añadió que no se tienen recursos para recibir a los migrantes que Trump ha prometido expulsar, aunque hasta ahora no está del todo claro que EU tenga autoridad suficiente para obligar a México a aceptar extranjeros. Es posible que nuestro país sea capaz legalmente de negarse a aceptar a esos extranjeros, declaró Victor Clark, del Centro Binacional de Derechos Humanos de Tijuana.
Cuando los agentes del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos (ICE por sus siglas en inglés) en la frontera «abren las puertas y tienen a los deportados allí, entregan una lista con sus nombres a un funcionario de inmigración mexicano», explicó Clark. «Pasan uno a uno y cuando el agente de inmigración mexicano ve a una persona que no es mexicana, dice al agente del ICE ‘no puedo aceptar a esta persona, no es mexicana’ y lo devuelven a Estados Unidos».
Esto podría desembocar en grandes problemas ya que en la zona ya existe un senitimiento de la sociedad anti extranjeros.Y muchos migrantes centroamericanos ya han sido reclutados por Cárteles de la droga para formar parte de sus filas.
Otra posibilidad es que Estados Unidos pague la construcción de instalaciones de acogimiento para refugiados, como en Turquía, que aceptó acoger a refugiados sirios que buscaban entrar a la Unión Europea a cambio de al menos 3.000 millones de dólares en ayudas. México no podría aceptar un trato para obligarle a acoger migrantes sin una cantidad menor a miles de millones de dólares, añadió Hope.
Con información de La jornada