La Fiscalía General de la República (FGR) obtuvo este martes una sentencia favorable para el ejercicio de la acción de extinción de dominio sobre las propiedades de Caro Quintero.
RegeneraciónMx, 25 de octubre de 2022. La disputa legal contra las propiedades del narcotraficante, Caro Quintero por fin tuvieron un final contundente ya que una jueza Sexto de Distrito en materia de extinción de dominio dictó sentencia favorable mediante juicio oral.
De acuerdo con La Fiscalía General de la República (FGR), la extinción de dominio, es decir, el embargo de bienes que hayan sido adquiridos con recursos de actividades ilícitas, se llevó a cabo luego de que la Corte de Distrito Este de Nueva York realizó la solicitud, alegando que las propiedades fueron adquiridas con recursos procedentes del narcotráfico.
Esta situación legal se fue recrudeciendo desde el 25 de octubre de 2019, cuando las autoridades mexicanas recibieron la petición del Director de la División Penal del Departamento de Justicia de los Estados Unidos para la asistencia jurídica internacional para el decomiso de inmuebles que se encuentran en Zapopan, Jalisco, respecto de los cuales se demandó la extinción de dominio en la Corte de Distrito Este de Nueva York.
Dicha demanda fue admitida en el Juzgado Sexto de Distrito en Materia de Extinción de Dominio Competencia en la República Mexicana y Especializado en Juicios Orales Mercantiles en el Primer Circuito, con número de expediente 4/2022.
¿QUÉ PROPIEDADES SE LE RETIRARON A CARO QUINTERO?
Las propiedades que se logró obtener por la justicia en México son varias ubicadas en Zapopan, Jalisco, un total de cinco bienes.
Estos están ubicados en el municipio de Zapopan: una bodega ubicada en la avenida Melchor Ocampo; dos propiedades en la calle Sagitario, Fraccionamiento Residencial Arboledas; un inmueble en la calle Paseo de los Virreyes; así como una propiedad en la calle Luigi Prandello.
Hay que recordar que Estados Unidos inició una acusación formal en un tribunal federal de Brooklyn contra Caro Quintero por liderar una empresa criminal y otros delitos, incluido su participación en el secuestro, tortura y asesinato en 1985 del agente especial de la DEA, Enrique “Kiki” Camarena.