Cárteles subcontratan a empleados para hacer el trabajo sucio

Como una estrategia para hacer más eficiente su operación, los cárteles de la droga utilizan el outsorcing para subcontratar a integrantes de otros grupos delictivos y concentrarse por completo en el negocio del narcotráfico mientras los otros se dedican al trabajo sucio: quitar obstáculos, sean materiales o humanos.

Regeneración, 17 de junio de 2017.- La subcontratación de empleados u outsorcing es una estrategia a la que recurren muchas empresas a nivel mundial. Incluso, los cárteles de la droga han recurrido a ella.

Los cárteles copiaron este modelo y como una estrategia para hacer más eficiente su operación, recurren a pequeños grupos delincuenciales especializados en determinadas áreas, con lo que no sólo ahorran costos, sino que también evitan riesgos y la inversión para capacitar «personal» en algunas tareas.

El Atlas de la Seguridad y la Defensa de México, elaborado por el Colectivo de Análisis para la Seguridad y Democracia (Casede), ubica a 52 grupos criminales que trabajan con los distintos grupos del crimen organizado.

Dichos grupos se distribuyen en todas las regiones del país, pero se concentran principalmente en la zona norte, en estados con alta presencia de los cárteles como el de Sinaloa, Los Beltrán Leyva, Del Golfo y Los Zetas.

El cártel del Golfo y Los Beltrán Leyva son los que más recurren a este tipo de contrataciones.

En el caso de los Beltrán Leyva, estos trabajan con grupos 13 grupos. Los más importantes están en el estado de Guerrero. Algunos son Los Granados, Los Ardillos y Los Rojos, estos últimos dedicados a las extorsiones, secuestros y producción de droga en la montaña del estado.

También operan en los estados de Morelos y México.

Por su parte, el Cártel del Golfo trabaja con grupos como Los Pelones, en Quintana Roo; Grupo Bravo –que también sostiene alianzas con Los Zetas-, Los Metros y Los Ciclones, que operan en la zona de Tamaulipas.

El cártel de Sinaloa trabaja con El Tigre, Los Cabrera, Gente Nueva, Los artistas asesinos, etcétera. Y, el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) hasta ahora no se ha identificado formalmente que trabaje con algún grupo.

«El outsourcing es una estrategia de negocios del capitalismo, y el narco es un negocio que trabaja dentro de las reglas del capitalismo. En México el outsourcing criminal empieza a popularizarse con Osiel Cárdenas como líder del Cártel del Golfo, a finales de los noventa. Él es quien decide formar un grupo especializado en el ejercicio de la violencia compuesto por unos desertores del Ejército, muchos formados en Estados Unidos como grupos de élite», explicó Froylán Enciso, analista senior para México de The Crisis Group.

Enciso recordó que fue Osiel Cárdenas, actualmente preso en Estados Unidos, quien se dio cuenta que tener un grupo especializado en el ejercicio de la violencia aumentaba la efectividad de la organización, pues le daba la libertad de dedicarse a su negocio por completo.

«Es más barato y menos arriesgado. Tú tienes a un grupo de personas que está dispuesto a ejercer la violencia, que haga lo que no quieres hacer y ni siquiera tienes que ver sangre. Es menos arriesgado y en México es mucho más barato porque hay una gran cantidad de jóvenes que no tienen empleo ni esperanza porque sabemos que un título universitario no es garantía de nada, y ellos son el grueso de estos grupos».

Por otro lado, Elena Azaola, investigadora del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (Ciesas), dijo que estos grupos se nutren principalmente de jóvenes (desde los 12 años) que no tienen muchas opciones de desarrollo, que viven pobreza o que sus padres murieron víctimas de la violencia.

«Los estudios internacionales dicen que la mayoría de los adolescentes que cometen delitos los abandonan con el proceso de maduración que no se completa hasta los 20 años, pero si estos grupos son los únicos que los acogen y le dan sentido a su vida, ahí se van a quedar y ahí van a morir», señaló.

El analista de Crisis Groupdijo que otra de las ventajas es la disponibilidad que estos grupos le dan a los jefes de los cárteles.

«Si tu negocio es llevar cocaína a Nueva York y no necesitas tener matones de tiempo completo, contratas a un grupo temporal por si tu mercancía no pasa por un retén, en lugar de estar moviendo a toda tu estructura”.

En ese tenor, Juan Carlos Ayala, investigador de la Universidad Autónoma de Sinaloa, agregó que otra de las ventajas es que estos grupos ya tienen tácticas y tecnología adaptadas a cada región del país.

«No sólo les permiten ahorrar costos. También les permiten concentrarse más en su negocio o atender cuentas pendientes cuando están entretenidos en otras cosas», dijo y enfatizó que el “sicariato” también tiene diferentes cuotar y es que “no es lo mismo asesinar en diciembre o en temporada vacacional que en cualquier otra época del año”.

Los sicarios subcontratados establecen cuotas diferentes de acuerdo a cada época del año.

Con información de Infobae