Hasta ahora, por lo menos 262 personas fueron condenadas por violaciones de derechos humanos y se encuentran abiertos más de 1,1 mil procedimientos judiciales, que se remontan al gobierno de Pinochet
Regeneración, 1 de agosto del 2015 (Adital) Activistas chilenos de derechos humanos celebran decisiones judiciales que van a darle un punto final a la impunidad en dos episodios crueles ocurridos en la dictadura de Augusto Pinochet. Finalmente, dos jueces chilenos van a imputar a 10 ex-militares por el homicidio del cantor y activista político Víctor Jara, en 1973, y ya detuvieron a otros siete militares por quemar, en 1986, al joven de 19 años Rodrigo Rojas, que no resistió las heridas, y a la joven de 18 años Carmen Gloria Quintana, herida gravemente que vive aún hoy. Las iniciativas judiciales traen un nuevo aliento a miles de víctimas de violaciones de derechos humanos, cometidas durante la dictadura de Pinochet, manifiesta Amnistía Internacional.
Ana Piquer Romo, directora ejecutiva de Amnistía en Chile refuerza que aquellos que son sospechosos de ser torturadores en la época de Pinochet deben ser investigados y juzgados sin más demora. «Estos movimientos históricos abren un nuevo capítulo para la justicia chilena y las autoridades deben asegurar que no se deje piedra sin levantar hasta que todas las víctimas y sus familias reciban la justicia y reparación a la que tienen derecho”.
Víctor Jara fue detenido por el ejército chileno y llevado al Estadio Nacional de Santiago conjuntamente con cientos de personas, poco tiempo después que Augusto Pinochet tomó el poder por la fuerza el 11 de septiembre de1973. En este lugar, él fue torturado y asesinado a tiros. Hace pocos días, el juez Miguel Vázquez imputó a 10 ex-militares por el secuestro y asesinato del cantor y del ex-jefe de la policía militar de Chile Littré Quiroga Carvajal.
Por otro lado, el juez Mario Carroza ordenó la detención de siete ex-militares por un hecho trágico e inhumano ocurrido en 1986, en el que fueron quemadas vivas dos personas que participaban en las manifestaciones contra Pinochet.
Se trata de Rodrigo Rojas y Carmen Gloria Quintana –en aquella época con 19 y 18 años, respectivamente–, contra quienes los soldados tiraron gasolina y les prendieron fuego durante las manifestaciones. Rojas murió cuatro días después y Carmen, que sobrevivió, desde entonces no dejó de luchar para que se haga justicia.
«Estas situaciones muestran que, cuando hay voluntad política, es posible hacer justicia. Las autoridades deben detener ahora la larga espera por justicia de miles de víctimas de desapariciones forzadas y tortura», señala Ana Piquer Romo, de Amnistía.
Decenas de miles de personas fueron detenidas, torturadas, asesinadas o sometidas a desaparición forzada durante la dictadura de Augusto Pinochet, entre 1973 y 1990. Hasta ahora, por lo menos 262 personas fueron condenadas por violaciones de derechos humanos y se encuentran abiertos más de 1,1 mil procedimientos judiciales, que se remontan al gobierno de Pinochet.