Científicos descubren mecanismo por el cual sólo un espermatozoide se une con óvulo

 Con la importancia que tiene el mecanismo para la unión del espermatozoide con el óvulo, es increíble que haya tomado tanto tiempo en descubrirse: científicos 

Regeneración, 1 de mayo 2014.-Por décadas, uno de los misterios más grandes de las ciencias biológicas fue el mecanismo por el cual tan sólo un espermatozoide se une con el óvulo. Este mecanismo es, en sí, la clave a la reproducción, permite la formación de tan sólo una célula completa, la cual se multiplica y eventualmente conforma el feto humano. Permitir a más de un espermatozoide unirse con el óvulo proveería a la célula con copias en exceso de los genes contenidos en estos y la célula moriría, pero sin el espermatozoide el óvulo no puede ser completado.

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En efecto, con la importancia que tiene el mecanismo para la unión del espermatozoide con el óvulo es increíble que haya tomado tanto tiempo en descubrirse. En el 2005, se descubrió la proteína (“Izumo”) que permite al espermatozoide reconocer al óvulo, pero no fue hasta enero de este año que ese confirmó el descubrimiento de la proteína en el óvulo que forma el receptor para Izumo. Esta proteína, llamada “Juno” por sus descubridores en la Universidad de Cambridge, se une con Izumo en la superficie del óvulo y desaparece rápidamente siguiendo la fertilización, previniendo la unión con cualquier otro espermatozoide.

En su estudio, los investigadores descubrieron que los ratones deficientes de Juno no eran fértiles, y óvulos sin esta proteína no se unen con espermatozoides. Igual como ratones masculinos deficientes de Izumo son incapaces de reproducirse, los ratones femeninos deficientes de Juno producen óvulos infecundos. Es interesante notar que los ratones deficientes de la proteína opuesta (Juno en machos y Izumo en hembras) se reproducen de manera normal. Aunque existen otras proteínas que asisten en el proceso reproductivo, son Izumo y Juno las dos esenciales, sin las cuales no existe el proceso reproductivo como tal.

El descubrimiento de este mecanismo abre las puertas a una variedad de nuevos tratamientos, es ahora posible investigar la interacción exacta que regula el proceso reproductivo, y con esto vienen oportunidades únicas para desarrollar medicamentos y terapias tanto anticonceptivas como asistencia en el proceso de concepción. Incluso en este momento es posible realizar una prueba genética no-invasora en mujeres para detectar anormalidades en Juno, ahorrando una gran cantidad de tiempo y dinero para parejas que de otra manera gastarían en tratamientos comunes de fertilidad, en vez recurriendo de manera directa a métodos de fertilización directa o in-vitro, y con más tiempo e investigación, podría ser posible incluso llegar a corregir algún día la falta genética y proveer una cura a la infertilidad para la mujer.

 Fuente: www.theverge.com