Sólo en lo que va del año se han recibido 269 mil 613 demandas ciudadanas de bacheo, mantenimiento, sustitución de alumbrado público, reparación de banquetas; transitar en la capital del país es un reto para automovilistas y peatones.
Regeneración, 04 de octubre 2016.-La Ciudad de México se encuentra llena de baches y banquetas con hoyos, fugas, hundimientos, zanjas sin llenar, coladeras y registros de luz, que la convierten en un lugar difícil de transitar.
Además, se encuentra el problema del mal estado del alumbrado público, iluminaciones rotas, fundidas y postes inclinados.
Estas situaciones se presentan desde delegaciones como Tláhuac e Iztapalapa, hasta Benito Juárez y Miguel Hidalgo, como dan cuenta las quejas ciudadanas. Sólo de enero a julio de este año, la Agencia de Gestión Urbana (AGU) de la capital ha recibido 269 mil 613 demandas de bacheo, mantenimiento, sustitución de alumbrado público, reparación de banquetas, poda de árboles, desazolve y retiro de vehículos abandonados.
Mientras que el año pasado se registraron 395 mil solicitudes tanto en el número 072 como en redes sociales, lo que significó un aumento de 23% respecto al año anterior.
De las peticiones 81 mil 206 son al gobierno central, mientras que 313 mil 794 se reparten en las 16 demarcaciones, siendo Álvaro Obregón con 45 mil 187 y Xochimilco con 40 mil 121 las que encabezan la lista.
El paso de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) ha dejado como huella de sus trabajos de sustitución del cableado, enormes zanjas mal rellenadas en vialidades, incluyendo calles transitadas del Centro Histórico.
Por su parte, en Iztacalco, pese al compromiso del delegado Carlos Estrada de tener cero baches, la colonia Agrícola Oriental es muestra de la falla, en las calles Sur 12 y Sur 16 entre Canal de Churubusco y Oriente 233, los baches se encuentran uno tras otro.
En la delegación Azcapotzalco, Pablo Moctezuma reconoció que tras inseguridad la mayor demanda de la población se relaciona con baches y luminarias. Aunado a esto, tienen un grave problema de fugas de agua, no obstante, el Programa Operativo Anual, heredado por su antecesor no destinó un solo peso a mantenimiento, por lo que se vieron obligados a hacer ahorros para tratar de atender los problemas de alumbrado público y reparación de banquetas.
El problema es aún más grande en la periferia de la ciudad, en las zonas de Iztapalapa y Tláhuac, ya que al estar divididos en dos demarcaciones ni una ni otra da solución a los problemas.
“En su momento, existieron pavimentos de calles que duraban 40 o 50 años, mientras que ahora no duran ni uno. Se deben elegir apuestas con mayores condiciones de operación y menos de mantenimiento con materiales más resistentes.”, señaló el investigador José Ávila, de la Facultad de Arquitectura de la UNAM.
La solución del problema, requiere de cooperación y trabajo entre todas las autoridades involucradas, además de la suficiencia presupuesta, desafortunadamente, no se cuenta actualmente con ninguno de los aspectos.
Con información de La Jornada.