“Todo aquel candidato que intente pasar por nuestro territorio se le quemará su propaganda como le ocurrió a la panista”, advirtieron los ciudadanos de la comunidad indígena
Regeneración, 15 de mayo del 2018.- Habitantes del municipio de Nahuatzen, Michoacán quemaron propaganda proselitista de la candidata a senadora de la coalición “Por Michoacán al Frente”, Alma Mireya González Sánchez, en uno de los accesos a la comunidad.
Los ciudadanos mantienen bloqueados y cerrados los accesos y salidas a la población.
Según informó Proceso, sacaron la propaganda proselitista y la quemaron sobre la carretera libre Pátzcuaro-Uruapan. Los habitantes amenazaron con quemar la unidad de la candidata en caso de no ser atendidos en su principal demanda.
Los habitantes de la comunidad indígena rechazan a los partidos políticos a los que responsabilizar de un atraso de 30 años.
Lo mismo ocurrió el pasado lunes cuando a José Luis Vega, candidato de la misma coalición por el Distrito 05 con cabecera en Paracho, le quemaron la propaganda que trasladaba en un vehículo particular, reportó El Universal.
Los manifestantes también quemaron otro vehículo. La tarde de este martes también amenazaron con siniestrar otras nueve unidades retenidas. Los comuneros recibieron un ofrecimiento de la Secretaría de Gobierno de realizar la consulta este martes, sin embargo no ha ocurrido.
Señalaron que el ultimátum está dado a las autoridades y al órgano electoral y que si no cumplen con lo mandatado por el TEEM radicalizarán cada vez más sus acciones.
El Concejo Ciudadano Indígena de Nahuatzen reiteró que no retirará las barricadas instaladas en los accesos carreteros y que no permitirán actos de campaña.
Además de momento se mantienen en la decisión de que no se instalarán casillas el próximo 1 de julio, ni para los comicios locales, ni para los federales.
Los pobladores de esa comunidad de la Meseta Purhépecha, exigen que el Instituto Electoral de Michoacán cumpla con el mandato del Tribunal Electoral del Estado, de realizar la consulta para administrar o no los recursos públicos por el método de usos y costumbres.