‘Claro que lo sé. ¡Yo escribí la maldita ley!’: Bernie Sanders

Sanders. Los senadores Bernie Sanders y Elizabeth Warren fueron los claros vencedores del segundo debate entre aspirantes demócratas a la Casa Blanca

Regeneración, 1 de agosto del 2019. Los senadores Bernie Sanders y Elizabeth Warren se proclamaron claros vencedores del debate entre aspirantes demócratas a la Casa Blanca celebrado este martes en Detroit, Michigan, un enfrentamiento del que salió debilitado el excongresista Beto O’Rourke, apuntó hoy la prensa estadunidense.

Sanders demostró ser uno de los candidatos que mejor logró exponer su mensaje en el escaso minuto de tiempo que la cadena CNN, responsable del debate, estableció por turno, y además fue, sin lugar a dudas, el que se mostró más combativo.

Un claro ejemplo fue cuando al defender su plan de sanidad pública para todos, el congresista Tim Ryan le acusó de no saber si esta opción ofrecería una mejor cobertura que los seguros privados. Sanders le cortó en seco:

Claro que lo sé. ¡Yo escribí la maldita ley!».

Con energía

Este instante se convirtió en uno de los momentos de la noche más compartidos a través de las redes sociales y ayudó a Sanders a acallar las voces que consideran que, debido a sus 77 años de edad, al senador por el estado de Vermont le faltaría energía para enfrentarse al presidente Donald Trump en las elecciones de noviembre de 2020.

En una línea similar se pudo ver a Warren, quien no dudó en recurrir al derecho a réplica en numerosas ocasiones para corregir o contradecir a sus oponentes.

La senadora afianzó, además, su imagen como la aspirante con las ideas más claras y las propuestas más trabajadas y aprovechó su participación para insistir en su mensaje de que las clases altas deben hacer más por el país, lo que posibilitaría financiar muchas de sus propuestas en educación, sanidad e igualdad social.

Ovacionan a Warren

Cuando el excongresista John Delaney, que representa al ala más moderada del partido, le reprochó que sus propuestas eran irrealizables y espantarían a un gran número de votantes, Warren le espetó:

No entiendo por qué alguien se molesta en presentarse a presidente de Estados Unidos solo para hablar de lo que no podemos hacer y de aquello por lo que no deberíamos luchar».

Estas palabras le valieron a la senadora por el estado de Massachusetts una ovación cerrada, una de las pocas que se pudo escuchar en la noche.

La victoria de Sanders y Warren es especialmente significativa porque ambos son los dos grandes adalides del ala más progresista del partido y, como se pudo observar este martes, muchos de sus correligionarios pretenden desmontar sus propuestas con la esperanza de poder robarle votantes a Trump.

Sin embargo, por lo visto en el primero de los dos debates de esta semana entre los candidatos demócratas -el segundo con la otra mitad de aspirantes tendrá lugar hoy-, pocos moderados parecen capaces de articular una alternativa convincente.