En la cada vez más cercana elección del 2018, la científica y política Claudia Sheinbaum, busca la jefatura de la Ciudad de México; se definió como apasionada de la urbe y por ello estar dispuesta a darlo todo por ella.
Por Fabiola Rocha
Regeneración, 17 de agosto de 2017.- Gobernar la Ciudad de México, una de las más grandes del mundo, es el deseo de muchos, pero que muy pocos concretan; entre los distintos perfiles que buscan este puesto, una científica, académica y ciudadana ha levantado la mano: Claudia Sheinbaum, quien por su inusitada popularidad, podría contender (quizá ganar), y convertirse en Jefa de Gobierno.
Claudia es delgada, de estatura media, ojos café claro y piel morena; alrededor de los ojos se ven las huellas de sus 55 años de vida, pero su vitalidad y la forma en que se mueve, confundiría a cualquiera para un cálculo de vista. Desde un asiento en la sala de juntas de la Delegación Tlalpan, que actualmente lidera, charló con Regeneración sobre su aspiración de convertirse en Jefa de Gobierno de la Ciudad de México.
“Hay bastante ruido, es que cada fin de semana ponemos música”, explica, pues detrás de las puertas de la sala de juntas, hay un sonido en el que suena música popular, a todo volumen.
La explicación se interrumpe y se queda mirando, más bien serena, a la cámara que hemos puesto frente a ella.
Claudia, ¿la Ciudad de México es una ciudad de izquierda?, la entrevista comenzó.
“La Ciudad de México es una ciudad progresista, en esta ciudad históricamente se dieron muchos movimientos sociales que transformaron la realidad de la ciudad y al mismo tiempo como el nivel académico o el nivel escolar, más bien es más alto que en otras ciudades de la república eso también influye en más conocimiento y mayor expectativa de más derechos sociales y protección de derechos humanos”, dice.
Y, ¿por qué quieres gobernarla?
“Creo que tengo un perfil personalmente que soy científica académica, no he hecho de mi vida una carrera política, soy ciudadana, me siento así, aunque soy militante de Morena, pero creo que dividir entre quién es político y quién es ciudadano, al que es político lo convierte en una persona distinta de todos los demás; entonces, soy ciudadana, una académica y he participado dos veces en mi vida como funcionaria pública.
“Creo que tengo en esta perspectiva que aportar mucho a la ciudad… ahora en la delegación Tlalpan hemos desarrollado distintos proyectos y programas que realmente le han transformado la vida a la gente y eso me impulsa a que lo que hicimos en Tlalpan más muchas cosas más las podamos hacer en la ciudad”.
Y ¿por eso eres el mejor perfil?
“Es muy difícil hablar de uno mismo, pero este vínculo con las universidades creo que es una manera de gobernar de manera distinta: abierto a la ciudadanía pero también, en particular en una ciudad que tiene problemas que yo llamo estructurales, es fundamental consultar a los expertos y mantener comunicación permanente”.
La delegada se autodefine como una ciudadana que hace política desde un lugar diferente, doctora en Ingeniería energética, Sheinbaum entró a la función pública cuando Andrés Manuel López Obrador era Jefe de Gobierno del ya extinto Distrito Federal, desarrollándose como Secretaria del Medio Ambiente, donde dijo tener logros como disminuir la contaminación atmosférica en un 30 por ciento.
¿Cuáles serían tus ejes de gobierno?
“Yo he hablado de la innovación, de la sustentabilidad, de la equidad, de la honestidad y la honradez y de un gobierno abierto”, dice.
“Cuando hablo de innovación me refiero al conocimiento y la creatividad juntos; esta ciudad desde sus orígenes ha sido muy innovadora y me refiero inclusive a la época de los mexicas ¡Esta ciudad se construyó sobre un lago!, creo que hoy lo que se requiere es esta innovación que tiene que conjuntar las nuevas tecnologías que existen, la información que está disponible actualmente y que es necesaria procesarla y desarrollarla para los temas de movilidad y de agua, pero también tiene que ser innovadora en términos sociales”.
Para la ingeniera, un proyecto de izquierda debe resolver los problemas de equidad en la ciudad, “disminuir las enormes desigualdades que todavía existen en la ciudad y ¿cómo lo haces?, promoviendo los derechos universales, pero también disminuyendo las desigualdades territoriales que existen en la ciudad; generar formas de igualdad en la ciudad, pero también igualdad y equidad entre mujeres y hombres, atender este grave tema de la violencia de género”.
En su definición de “gobierno abierto”, Sheinbaum explicó que se trata de establecer una relación distinta con la ciudadanía, en la que la consulta sea permanente y también implementar mecanismos de calificación de la ciudadanía hacia su gobierno.
“No sólo es la revocación de mandato, no sólo es el estar calificando al gobierno, sino por ejemplo, yo creo que atender el tema de la seguridad de tal manera que por ejemplo, los ciudadanos podamos calificar a nuestros policías del cuadrante y que ese sea el incentivo del policía y no necesariamente el mando de arriba, sino también el mando de abajo, eso puede cambiar mucho la relación hacia la ciudad”, dijo.
Y sobre los jóvenes, ¿qué opinas sobre su participación política?
“Creo que deberían participar más, es muy difícil, teniendo yo 55 años decirles cómo deben participar, porque hoy la manera de acercarse a la tecnología a otras personas, eso ha cambiado mucho, yo lo único que diría es no permitan que la realidad que tenemos enfrente sea la única y no permitan que lo negativo, la frustración se apodere de ustedes”, indicó.
El Estado le debe mucho a los jóvenes, a decir de la investigadora, pero también es importante que ellos luchen por sus derechos.
“Los jóvenes tienen derecho a divertirse a la educación, tienen derecho a un empleo digno, tienen derecho a la vivienda digna y la sociedad hoy no se los está dando; habemos muchos que queremos que esas oportunidades existan para los jóvenes”.
Y aunque es sólo uno de los factores, Sheinbaum considera que el Estado debe asegurar formación educativa para los jóvenes, así como proveer las condiciones para que ello suceda.
Pero para que esta cuidad de la que hablas, suceda, deben ponerse de acuerdo varios actores en la sociedad, en este sentido y con miras al 2018, ¿qué opinas de las alianzas?
“Yo creo que las alianzas deben ser con la ciudadanía, la ciudadanía es una gama muy amplia, con artistas, con organizaciones civiles, con organizaciones sociales, con académicos, pero también con transportistas, por ejemplo; si tú quieres cambiar la manera en la que nos movemos en la Ciudad de México, no necesariamente tienes que hacer alianzas para que se preserve el poder o la mafia, sino tienes que hacer alianza que aquellos que desean transformar y son parte de ese gremio, entonces, esas son las alianzas.
“Si hay alianza con algún partido político, como en este caso lo decidió Morena con el PT es una alianza que se establece a partir de proyectos, no a partir de prevendas”.
Para Claudia, el hecho de no obtener la candidatura a la Jefatura de Gobierno no significa que dejará de hacer política.
“Para mí no hay un asunto de un destino político personal; creo que ayudo en esto, y creo que podríamos hacer un muy buen gobierno de la Ciudad de México”, dijo.
“No necesitas un puesto, formal o informal para hacer política, hacer política es dedicar una parte de tu vida a la transformación de la realidad, de eso se trata y si estás convencido de que la realidad que vivimos en este país no es la realidad que nos merecemos como mexicanos o mexicanas, entonces, ahí donde estés, como estés, en las condiciones que puedas, busca la manera de transformar la realidad, es lo que hacer política quiere decir”.
¿Cuáles son los retos, fortalezas y debilidades de Morena?
“Morena es un partido nuevo, me preocupa que en el proceso de como ya somos la primera fuerza nacional, que en ese proceso, se acerque mucha gente que lo único que quiere es el puesto independientemente de para qué”, dijo. “De esos se tiene que cuidar mucho Morena, porque Andrés Manuel López Obrador es un referente ético y moral en este país, y eso no es fácil decirlo en un país en el que hay tanta corrupción, y Morena tiene que ser ese referente ético y moral; en ese sentido creo que hay que proteger a Morena, entonces es ahí donde yo vería que es el mayor cuidado que tenemos que tener”.
“Un partido es un instrumento de transformación; el partido no puede ser en sí mismo, para mí Morena no es Morena porque exista Morena, Morena es útil en la medida que es un instrumento político que te permite transformar la realidad”.
Pero hacer política no es lo mismo que elegir, y Sheinbaum reconoce en las elecciones y en la votación, como una manera de dar a conocer la voluntad de la población y considera que para derrotar contundentemente, es necesario que el número de votos sea abrumadora mayor.
“Votar es el ejercicio ciudadano más importante, esa credencial que nos sacamos cuando cumplimos 18 años, puede ser un instrumento muy poderoso, porque finalmente puede ser el instrumento pacífico más poderoso de transformación del país”, concluyó.