La cifra de muertos por los atentados con coche bomba en Bagdad aumentó hoy a 131 y unas 200 personas resultaron heridas,según fuentes hospitalarias y policiales, mientras el grupo extremista Estado Islámico amenazó con cometer más ataques.
Regeneración, 03 julio 2016.- La cifra de muertos por los atentados con coche bomba en dos concurridas zonas comerciales en Bagdad aumentó hoy a 131 y unas 200 personas resultaron heridas,según fuentes hospitalarias y policiales, mientras el grupo extremista Estado Islámico (EI) amenazó con cometer más ataques.
Sin embargo, funcionarios iraquíes dan cuenta de 95 víctimas mortales y 200 lesionados en ambos atentados.
Ambos ataques, uno de los más sangrientos de la historia de Irak, se registraron casi al final del mes sagrado de Ramadán, cuando las calles estaban abarrotadas de jóvenes y familias que habían salido tras el ocaso.
En el ataque más letal, un auto bomba estalló en Karada, un concurrido distrito comercial en el centro de la ciudad, murieron 78 personas y 160 más resultaron heridas, según responsables sanitarios y de la policía. El bombazo ocurrió casi al final del mes sagrado del Ramadán, cuando las calles estaban abarrotadas de jóvenes y familias que habían salido tras el ocaso.
El grupo extremista Estado Islámico (EI) reivindicó la autoría del ataque en un comunicado publicado en Internet, y señaló que se atacó deliberadamente a musulmanes chiítas. La nota no pudo ser verificada de forma independiente.
Muchos de los fallecidos eran niños, según periodistas de The Associated Press en la zona.
Un testigo dijo que la explosión provocó incendios en tiendas de ropa y celulares cercanas.
Horas después del ataque, el primer ministro de Irak visitó la zona. Imágenes de video publicadas en medios sociales mostraban a una multitud enfurecida, que recibió al primer ministro, Haider Al Abadi, con el grito de «ladrón».
En el segundo ataque, un dispositivo improvisado estalló en el este de Bagdad con saldo de cinco decesos y 16 heridos. Ningún grupo se atribuyó de inmediato la responsabilidad.
Las cifras de víctimas mortales y heridos fueron confirmadas por responsables de la policía y hospitales, que hablaron bajo condición de anonimato porque no estaban autorizados a informar a la prensa.
Los ataques se producen poco más de una semana después de que las fuerzas de Bagdad, que desde agosto del año pasado tienen apoyo aéreo de una coalición encabezada por Estados Unidos, «liberaran por completo» la ciudad de Faluya, que estaba controlada por el EI. En el último año, las fuerzas iraquíes han ganado terreno ante los combatientes islámicos, al retomar la ciudad de Ramadi y los pueblos de Hit y Rutba, todos en la provincia de Anbar, al oeste de la capital.
A pesar de las victorias del gobierno en el campo de batalla, el EI ha demostrado varias veces que sigue siendo capaz de lanzar ataques en territorio iraquí lejos del frente.
Antes del inicio de la operación para recuperar Fallujá, el primer ministro de Irak enfrentaba un creciente descontento social y la capital era escenario de protestas contra el gobierno provocadas por la indignación popular ante la falta de seguridad. En un mes, la Zona Verde de Bagdad, área muy protegida donde están los edificios del gobierno y las misiones diplomáticas, fue asaltada en dos ocasiones por manifestantes opositires al ejecutivo.
En su momento de más poder, en el 2014, la milicia radical arrebató a Bagdad el control de casi un tercio del país. Ahora se calcula que los extremistas controlan solo 14 por ciento del territorio iraquí, de acuerdo con la oficina del primer ministro del país.