Horas después de la llegada del secretario estadunidense de Defensa, James Mattis, a Afganistán, un coche bomba explotó esta mañana cerca de una base militar de EU.
Regeneración, 24 abril 2017.- Un coche bomba explotó esta mañana cerca de una base militar gestionada por Estados Unidos, horas después de la llegada del secretario estadunidense de Defensa, James Mattis, a Afganistán, en la provincia de Jost, al este del país asiático.
Supuestos insurgentes talibanes habrían detonado el carro bomba en la entrada de Camp Chapman, una instalación operada por las fuerzas estadunidenses y contratistas privados, informó el vocero del gobierno de la provincia de Jost, Mubarez Mohammad Zadran.
El portavoz de las fuerzas estadunidenses en Afganistán, capitán Willian Salvin, confirmó el atentado y precisó que hubo varias víctimas afganas, pero ninguna baja entre las tropas de su país ni del personal desplegado en la base, según la agencia local de noticias Pahjwok.
La agresión tuvo lugar horas después de la llegada del jefe del Pentágono a Afganistán para reunirse con militares estadunidenses y autoridades afganas para tratar la nueva estrategia de la administración del presidente Trump, que contempla el envío de más tropas al país asiático.
La visita de James Mattis se produce menos de dos semanas después de que Estados Unidos lanzó la bomba más potente de su arsenal convencional, GBU-43/B conocida como “la madre de todas las bombas”, contra posiciones del grupo yihadista Estado Islámico (EI) en el oriente de Afganistán.
Además, el atentado de este lunes se produjo tres días después de que unos 150 soldados afganos murieron durante un ataque talibán contra una base militar en la ciudad afgana de Mazar i Sharif, al término de la oración de los viernes, hecho por el cual dimitieron el ministro de Defensa y el jefe del Estado Mayor de Afganistán, Abdullah Habibi y Qadam Shah Shahim, respectivamente.
De acuerdo con un despacho informativo de la agencia Notimex, el portavoz de los talibanes, Zabihulá Muyahid, precisó que el ataque fue en represalia por la reciente muerte de varios líderes del grupo insurgente en el norte de Afganistán.
Estados Unidos tiene a unos ocho mil 400 soldados en el país, quienes, junto a otros cinco mil de sus aliados de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), prestan asistencia a las fuerzas afganas en la guerra contra los talibanes, Al Qaeda y el Estado Islámico.
Con información de La Vanguardia, Entrelíneas y Proceso