Tomar en cuenta la crítica, de donde venga, e informar constantemente a la ciudadanía puede sanar la fractura entre los representantes populares y la sociedad, expresa Susana Araceli Ángeles Quezada
Por Susana Araceli Ángeles Quezada*
Regeneración, 22 de octubre de 2018. Una sola vez fui mal recibida en campaña. La mujer, molesta y con un semblante lleno de amargura, me dijo que no votaría por mí ni por nadie porque ya estaba cansada de falsas promesas. Yo le contesté -quizás de manera ingenua- que eran tiempos distintos y que además, yo no era muy diferente a ella: que era mujer, que provenía de una familia modesta, que estaba convencida de que todos merecíamos algo distinto y que, de hecho, podría yo ser su hija. Ella, con gesto irónico y desdén me respondió: “mmh, podrías”.
Este hecho me dejó pensativa durante varios días. Me hizo reflexionar sobre todos esos agravios que sufren en silencio las personas y que directa o indirectamente, tienen como responsable al gobierno: la incapacidad para atraer inversiones que generen empleo formal; la carencia de servicios básicos que garanticen la higiene dentro de la vivienda; la falta de escuelas de calidad que generen mejores opciones de vida para el futuro, e incluso la frustración que genera ese sin fin de investigaciones judiciales que no llegan a nada. Todos estos casos –y los que me falta de mencionar– han provocado mucho más que la pérdida de confianza de la sociedad hacia sus representantes; han provocado enojo y no en pocos casos casos, rencor.
Hoy en día, como representante popular en funciones, reconozco que esta fractura existe, y en la medida de mis posibilidades estoy dispuesta a hacer lo necesario para sanarla. Desde la campaña y después durante la gira de agradecimiento, he solicitado explícitamente a la ciudadanía que se mantenga vigilante y crítica de mi desempeño, por que eso me permitirá servirles de la mejor manera. Por eso, junto con mi equipo de trabajo, hemos realizado un esfuerzo doble: mantener informados a los hidalguenses de nuestras actividades al mismo tiempo que generamos canales para escucharlos y captar efectivamente el sentir y las necesidades de la gente. Para facilitar esta tarea, además de poner a su disposición las oficinas del congreso, estamos acondicionando un espacio en la cabecera distrital y hemos desplegado algunas herramientas a través de redes sociales, de tal manera que la comunicación que mantenemos con la comunidad sea de dos vías y no solamente de una, como tradicionalmente había sido.
Lo anterior significa, en primer lugar, estar abiertos a la crítica: no desestimar de primera instancia ninguna observación, desacuerdo o sugerencia. En segundo lugar, implica regresar a los municipios de nuestros distritos para que el electorado vea y sienta que seguimos formando parte de una misma comunidad, que seguimos arraigados a nuestros lugares de origen y, por lo tanto, seguimos valorando las mismas cosas. En resumen: que ustedes sepan que estamos trabajando por la mejora del mismo entorno.
Pero también, hay que decirlo, se necesita de ciudadanos con interés de informarse para exigir rendición de cuentas, porque hoy en día la mayoría desconoce cuáles son las funciones de sus diputados y, por consecuencia, utilizan criterios injustos para calificarlos. La tarea entonces, es compartida. En este sentido, hago un llamado a la sociedad hidalguense a que también ayude a sanar esta fractura que nos perjudica tanto: ciudadanos y servidores públicos deben tratarse mutuamente como les gustaría que les tratasen si estuvieran en el lugar del otro.
Estar «de este lado de la vitrina» no significa que en automático seamos personas flojas, deshonestas, traicioneras o perversas. Por el contrario, somos varias mujeres y hombres quienes nos hemos involucrado en la política con el firme propósito de dignificarla y mucho nos ayuda la confianza, el apoyo y la paciencia de quienes han creído en nosotros y en nuestro proyecto de transformación, de la misma forma que lo hace la crítica informada. Si bien en Hidalgo, los agravios se han acumulado durante casi 90 años, hoy estamos pisando firme para sacar adelante a nuestro estado. No será fácil, ni tampoco tan rápido, pero al final de este camino espero poder volver a ver a la mujer de mi anécdota y encontrar en su mirada que esa fractura entre representantes populares y ciudadanía, comenzó a ser sanada.
Apunte Millennial: Nuestro nuevo canal de YouTube “Sintoniza Una Señal de Yzquierda”, está de estreno. Este mes podrás conocer lo que opina la gente sobre el programa, algunos aspectos básicos de cómo funciona el congreso y una reseña cultural sobre Tizayuca, ¡Esperamos que te guste el proyecto! Búscalo también en FB susyangeles_
*Susana Araceli Ángeles Quezada, diputada local de Morena por Tizayuca, Hidalgo.