En 2012, los habitantes de Álvaro Obregón expulsaron a los funcionarios al enterarse que permitieron el cambio de uso de suelo para que una empresa privada instalara 132 aerogeneradores.
Regeneración, 20 de octubre de 2017.- Por los sismos del 7 y 19 de septiembre, en el poblado de Álvaro Obregón, en Juchitán, Oaxaca, el suelo y las cimentaciones se fracturaron.
En entrevista con Animal Político, César Toledo, comandante de la policía comunitaria formada hace 5 años, comentó que “cuando tembló del suelo empezó a salir agua salada, agua de mar, se hicieron grietas en el suelo, y por ahí salía el agua, y eso fracturó todas las casas desde abajo. Nunca habíamos visto algo así antes”.
Álvaro Obregón se ubica frente a dos lagunas, sus pobladores viven de la pesca, pero, “desde el temblor la laguna está llena, hay mucha corriente, yo estaba pescando cuando tembló (el 7 de septiembre) y el motor parecía que se había quedado sin fuerza, de tanta corriente, por eso ahorita nadie está pescando, y no hay trabajo”, dijo Toledo.
En Álvaro Obregón también hay un cabildo comunitario que gobierna al pueblo, hecho que ha significado que el gobierno municipal encabezado por Gloria Sánchez del PAN-PRD, les dé la espalda.
“Muchas casas se vinieron abajo, pero a la mayoría de la gente le negaron el folio Aquí hay como 3 mil casas dañadas, y sólo dieron folio a cerca de 500, porque como nosotros somos comunitarios, la gente del gobierno municipal nos da la espalda, no nos apoya”, explicó José Crispín Figueroa, integrante del cabildo comunitario.
Figueroa dijo que los que sí recibieron apoyos fueron quienes apoyan al gobierno municipal de Juchitán.
En 2012, los habitantes de Álvaro Obregón expulsaron a los funcionarios cuando se enteraron que permitieron el cambio de uso de suelo en una parte de tierra que una empresa privada usaría para instalar 132 aerogeneradores. Luego, en 2014, instalaron en asamblea popular una policía comunitaria, un consejo de ancianos, y un cabildo comunitario.
“En asamblea se eligió el primer cabildo, y ahorita nosotros somos el segundo, porque estamos en el cargo sólo por tres años. Todos estamos en el tequio, nadie cobra”, dijo Pedro López Orozco, integrante del cabildo comunitario.
Pero, la comunidad está dividida, el gobierno municipal de Juchitán no reconoce al cabildo comunitario e “instalaron una nueva oficina en lo que era el local de la COCEI”, un grupo agrario creado por el PRD, y ahora con el sismo, los apoyos para la reconstrucción solo se están entregando a quienes están con ellos y a “todos los que están con el cabildo comunitario les dijeron que su casa no tenía nada”.
Luego del sismo del 7 de septiembre, las autoridades federales y estatales hicieron el censo para evaluar los daños, pero desde entonces, nadie volvió a la comunidad.
“Sí han llegado despensas, algunas lonas, algunas casas de campaña, pero lo que necesitamos es que vuelvan los del censo (de damnificados), y hagan bien su trabajo: que incluyan a todas las personas que tienen su casa dañada, y no sólo a los que les caen bien”, dijo José Crispín.
Con información de Animal Político