El acuerdo del 2 de junio entre Hamás y Fatah es el telón de fondo de una operación por parte de Israel en la que ya hay 27 asesinados y cientos de heridos entre la población palestina.
Regeneración, 9 de julio 2014.-Las cifras oficiales publicadas por las agencias de prensa internacional saldan hasta el momento en 27 palestinos muertos la operación de bombardeos israelí sobre la franja de Gaza que se desarrolla actualmente, en represalia por el secuestro y asesinato de tres colonos israelíes. 200 personas han resultado heridas según estas mismas fuentes oficiales. Desde la noche del 8 de julio, el personal internacional ha sido evacuado de Gaza, donde ahora sólo permanece la población local. Ese mismo día, el Gobierno israelí autorizaba la movilización de 40.000 reservistas que mantiene preparados para una posible invasión terrestre de la franja.
Israel ha justificado su operación en el derecho a defenderse de los ataques con cohetes por parte de Palestina, argumento que ha sido recogido por medios internacionales. «Estamos determinados a dar a nuestros ciudadanos la protección y seguridad que merecen», ha declarado el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu. Marwan Bishara, en Al Jazeera, ha criticado la cobertura de dos de las televisiones que han marcado el tempo de la información sobre la nueva escalada de violencia: CNN y BBC, a los que acusa de hacer de «abogados del diablo» al justificar a Israel por encima de los hechos. Tras las operaciones Plomo Fundido y Pilar Defensivo, se ha mantenido, a decir de observadores internacionales independientes, la narrativa de las operaciones vinculados al argumento del derecho a defenderse de Israel frente a una población exhausta tras aquellos ataques y años de bloqueo, que convierte cada ataque en una vuelta de tuerca sobre las condiciones de vida de los gazatíes. En España, entre los medios impresos solo La Vanguardia ha dedicado un espacio relevante en portada a la operación de anoche. Los dos principales medios a nivel estatal, El País y El Mundo, omiten referencias a las muertes producidas por los bombardeos en su información de portada, y, en el caso del periódico dirigido por Casimiro García Abadillo, sólo se informa del lanzamiento de misiles sobre Tel Aviv, proyectiles que no han llegado a su objetivo, ya que han sido interceptados por los sistemas defensivos del Gobierno de Netanyahu.
Estados Unidos, por su parte, ha pedido el cese del lanzamiento de cohetes por parte de la población palestina a Israel. Mientras, la ONU ha pedido a «ambos bandos» que se contengan. Por su parte, según informa La Marea, la Liga Árabe ha pedido al Consejo de Seguridad de la ONU que tome inmediatamente las medidas oportunas para detener la agresión israelí contra Gaza. Desde el organismo árabe han denunciado el deterioro de la situación y sus consecuencias a nivel humanitario, junto a los “crímenes contra civiles en clara violación de la ley humanitaria”, según recogía la agencia palestina Wafa.
«Agresiva campaña internacional»
La campaña de castigo colectivo contra los palestinos, tanto de Gaza como de Cisjordania, se inició desde el 13 de junio, día en que los tres colonos desaparecieron, y se había saldado hasta primeros de julio con nueve palestinos muertos en Cisjordania a manos del Ejército israelí, 589 detenidos, entre ellos numerosos parlamentarios, y cinco muertos en Gaza. A esto se suma el secuestro, tortura y asesinato de un adolescente palestino poco después de que los cuerpos de los tres jóvenes israelíes aparecieran. Analistas como Max Blumenthal, del boletín online Electronicintifada, exponen que tanto los servicios de inteligencia como el Gobierno israelí tenían información, pocas horas después de que desaparecieran, de que los tres israelíes secuestrados habían sido asesinados, pero ocultaron esta información a la opinión pública para poder obtener apoyo en su «agresiva campaña de relaciones públicas internacional».
Tanto la crisis como la campaña de castigo colectivo se iniciaban también, precisamente, pocos días después de que Hamás y Fatah llegaran, el día 2 de junio, a un acuerdo de reconciliación que llevaba a la formación de un Gobierno de Unidad que quitaba a Israel una de sus principales excusas para mantener el bloqueo sobre Gaza. En ese sentido, ayer mismo el presidente israelí, Shimon Peres, insistía en minar el acuerdo entre ambas formaciones defendiendo públicamente que «un objetivo importante es separar a la Autoridad Palestina de Hamás», a la que acusa de ser una «organización terrorista que quiere matar, devastar y hacer daño a gente inocente».
Mientras se produce esta nueva agresión, comienzan a convocarse manifestaciones de apoyo al pueblo palestino. En territorio español, se han convocado concentraciones hoy 9 de julio en Madrid (plaza de Callao, a las 19h), y en Barcelona, en la plaza de Sant Jaume a las 19:30h; en Valencia, la convocatoria es frente a Delegación de Gobierno. La denuncia de los ataques israelíes se ha extendido también a las redes sociales, donde bajo la etiqueta #Gazaunderatack (Gaza atacada) se está denunciando mediante testimonios gráficos la magnitud de los bombardeos. Asimismo, los activistas propalestinos han recuperado el hashtag #notnumbers para rendir homenaje a las personas muertas bajo las bombas lanzadas por Israel.
(información: Diagonal)