Contamina fracking mantos acuíferos en California

Exigen al gobernador cancelar proyectos de fracking por daños al medio ambiente

EST1094440cc82f327_0

Agencias

Regeneración, 14 de Octubre 2014. Fresno, California, EU. La industria inyectó de manera ilegal unos 3 mil millones de galones de aguas residuales de la fracturación hidráulica hacia los mantos acuíferos de agua potable e irrigación de California.

El Estado se enteró de los hechos luego de que la Agencia para la Protección del Medio Ambiente de Estados Unidos ordenara una revisión en torno a la existencia de posibles contaminantes.

De acuerdo con los documentos obtenidos por el Centro de Diversidad Biológica, el Consejo de Suministros del Agua del Estado de California encontró que por lo menos nueve de los 11 sitios de inyección de aguas residuales de fracturación hidráulica que fueron cerrados en julio debido a la sospecha de contaminación, estaban plagados de fluidos tóxicos que son utilizados para liberar las reservas energéticas del subsuelo.

Los mantos acuíferos, protegidos por la Ley Estatal y la Ley Federal para la Protección del Agua Potable, abastecen de líquido de buena calidad a un estado que sufre de una sequía sin precedentes.

Los documentos también muestran que el Consejo del Agua de Central Valley encontró altos niveles de químicos tóxicos –incluyendo arsénico, talio, y nitratos– en pozos de suministro cerca de los sitios de aguas residuales.

El arsénico es un agente cancerígeno que debilita el sistema inmunológico, y el talio es un componente de uso común en la elaboración de veneno para ratas.

“El arsénico y el talio son químicos extremadamente peligrosos”, dijo Timothy Krantz, profesor de estudios del medio ambiente de la Universidad de Redlands, de acuerdo con el Centro de Diversidad Biológica.

 “El hecho de que altas concentraciones de estos químicos están apareciendo en múltiples pozos de agua cercanos a los sitios de inyección de aguas residuales, ha generado muchas inquietudes sobre la salud y la seguridad de los habitantes de las cercanías”.

El Centro de Diversidad Biológica obtuvo una carta del Consejo Estatal del Agua enviada a la Agencia para la Protección del Medio Ambiente de Estados Unidos (EPA, por sus siglas en inglés) en la que se decía que el Consejo Regional del Agua de Central Valley descubrió ciertas infracciones en materia de salud.

Tras la suspensión en julio de los 11 sitios de inyección, la EPA ordenó que se llevara a cabo una revisión de los mantos acuíferos en el área, misma que estaría terminada dentro de un periodo de 60 días.

El Consejo Estatal del Agua dijo también que otros 19 pozos de inyección podrían haber contaminado mantos acuíferos que están bajo protección, mientras que docenas de otros tantos pozos han sido identificados como la fuente de aguas residuales que son desechadas en mantos acuíferos de dudosa calidad.

A pesar de estos hallazgos incriminatorios, aún no se determina que tan extensa es la contaminación ocasionada por las aguas residuales, ya que el Consejo del Agua de Central Valley sólo ha analizado ocho pozos de agua de los más de 100 que existen en el área, de acuerdo con los documentos.

La mitad de dichos pozos que fueron examinados resultaron positivos de contener una cantidad excesiva de químicos tóxicos.

Para liberar petróleo o gas natural, la fracturación hidráulica o ‘fracking’ es un método de perforación que dispara grandes volúmenes de agua a presión, arena, y otros químicos contra las capas rocosas.

Los contenidos del fluido utilizado en la fracturación hidráulica incluyen químicos que la industria energética y muchos funcionarios gubernamentales no quieren nombrar, aún así insisten que dichos químicos no ponen en peligro la salud de las personas, contradiciendo los hallazgos hechos por científicos y ambientalistas.

Las aguas residuales tóxicas de la fracturación hidráulica son depositadas en profundos pozos subterráneos, desechadas en diques abiertos para que se evaporen, tiradas en campos de desechos o son reutilizadas para el mismo proceso.

La fracturación hidráulica ha sido asociada a la contaminación del agua en el subsuelo, al repunte exacerbado de terremotos, a las condiciones de sequía y a una serie de preocupaciones en torno a la salud humana y el medio ambiente de la localidad.

Un estudio reciente, por parte de la Agencia para el Monitoreo de Sequías en Estados Unidos señaló que 58 por ciento del estado de California está experimentando una “sequía excepcional”, misma que ocupa una de las categorías más severas en la escala de cinco niveles de la agencia.

Mientras tanto, un trabajo de fracturación hidráulica puede llegar a requerir de 140 mil hasta 150 mil galones de agua al día, agua que no puede ser consumida ni utilizada para la agricultura.

El Centro de Diversidad Biológica señaló que la contaminación de los recursos del agua podría ser aún peor en otro aspecto, el agua de reflujo proveniente de los pozos petroleros en el estado puede contener niveles de benceno, tolueno y otros químicos tóxicos cien veces más altos que los niveles permitidos legalmente.

Este reflujo es después liberado hacia los pozos de almacenamiento de aguas residuales. A los químicos como el benceno les toma años para abrirse camino hacia los suministros de agua.

“El agua potable es uno de los recursos más importantes de California, y estos documentos ponen en claro que los reguladores estatales no han hecho un buen trabajo para proteger nuestra agua de la contaminación de la industria petrolera”, dijo Hollin Kretzmann, abogado del Centro de Diversidad Biológica.

“Se necesitan hacer más análisis para determinar la extensión total de la contaminación del agua y la amenaza que representa para la salud pública. Pero el gobernador, Jerry Brown, debe actuar con rapidez para ponerle un alto a la fracturación hidráulica y mantener a raya el repunte de aguas residuales de la industria petrolera, ya que California no está preparado para la cuidadosa eliminación de éstas”. (Agencias)