Aunque se aliaron con partidos más grandes para asegurar su subsistencia PES y Nueva Alianza, desaparecerán.
Regeneración, 24 de septiembre de 2018.- Los partidos Nueva Alianza (NA) y Encuentro Social (PES), tuvieron una vida relativamente corta y tendrán que desaparecer este año, pero durante su vida, acapararon 4 mil millones de pesos del presupuesto público.
Desde que fue fundado en 2005, el partido Nueva Alianza recibió 2 mil 977 millones de pesos, compitió en 5 elecciones federales, ganó un distrito de mayoría, logró 36 diputaciones y 2 senadurías.
En el caso del PES, estuvo vigente por cuatro años, durante los cuales recibió presupuesto por mil millones de pesos, por participar en 2 procesos federales, en los cuales, primero ganó 8 diputaciones plurinominales; y en el segundo, gracias a su alianza con Morena, ganó 56 diputaciones.
Entre ambos partidos, recibieron 3 mil 977 millones de pesos, con esa inversión se podrían cubrir alrededor de 2 años consecutivos de los gastos de la Conade, cuyo presupuesto asciende a 2 mil 100 millones de pesos.
Considerados por muchos como “oportunistas políticos” , ambos partidos deberán pasar por un proceso de liquidación.
Analistas políticos citados por El Universal, tienen opiniones encontradas respecto al tema, por un lado, el politólogo Nicolás Loza Otero, de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, consideró que no hay nada que celebrar con la desaparición de los partidos.
«En una democracia liberal como la mexicana, donde vence el que tiene más votos, es derecho de las minorías organizarse, tener representación y hacer propuestas, y el Estado debe proteger a esas minirías, sus derechos de opinión y manifestación, siempre que alcancen 3% de votos», dijo.
Además consideró que tanto PES como Nueva Alianza, provienen de dos minorías reales que podrían resurgir en otro partido.
Por otro lado, Roberto Duque Roquero, académico y constitucionalista de la UNAM, indicó que ambos partidos son oportunistas políticos y sin ideario.
«Es claro que hubo un pacto político NA-PAN, lo que explica la recancha cuando el PRI recupera el poder en 2012 y encarcela a Gordillo en 2013. Luego hubo un curioso acercmeinto NA-PRI en lo legislativo y aunque regatea apoyo al PRI en 2018, finalmente se unen», dijo. «No hay consistencia ideológica política, sino que sirvió al mejor postor y le acabó costando caro».
Y en el caso del PES, «tiene un perfil claramente conservador, pero ese ideario estuvo de adorno», porque se sumò a Morena con «tintes ideológicos opuestos».