La botella hecha a base de polvo de algas puede adquirir cualquier forma y, al consumir el líquido en su interior, desaparecerá.
Su creador asegura que incluso puede ser consumida y “tiene sabor a gelatina de alga”.
Regeneración, 4 de abril de 2016.- La toxicidad del plástico debido al aditivo Bisferol -A –BPA–, influye en los niveles de estrógeno en el cuerpo humano y se relaciona con la aparición de enfermedades como diabetes, obesidad, cáncer de pecho, paros cardiacos y problemas en el desarrollo de órganos en niños.
Muchas empresas han apostado por reducir el consumo y la producción de plástico y buscan alternativas para ello. Además, han intentado llamar la atención de más empresas y consumidores para disminuir la presencia de este producto que tarda más de 100 años en degradarse.
Por ello, Ari Jónsson, estudiante de diseño, creó una botella a base de algas que se desintegra después de usarse. Este invento produce una huella ecológica mínima y podría ser una alternativa a las botellas de plástico.
El estudiante realizó varios experimentos con polvo algar y descubrió que cuando el polvo se mezcla con agua, se vuelve gelatinoso y adquiere cualquier forma, por lo que mantendrá su forma hasta dejar de contener líquidos: “Lo que hace interesante la mezcla del alga y el agua, es el periodo de vida de la botella. Una vez que la botella deje de contener el agua, ésta comenzará a descomponerse.”
El líquido contenido toma un sabor ligeramente salado pero aún así se puede consumir perfectamente sin complicaciones. Incluso, la botella podría comerse después de su uso, Jónsson dijo que “el sabor de la botella es difícil de describir, podría decirse que es como una gelatina de alga.”
Ari Jónsson dijo que esto “es un inicio y una idea que puede ayudarnos a ver alternativas” para disminuir el consumo y producción de recipientes hechos a base de plástico.
Con información de Ecoosfera.