Desde hace 180 días, los habitantes de Cuetzalan clausuraron la subestación que CFE construye para conectar proyectos hidroeléctricos, mineros y petroleros; construyeron un campamento que utilizan las comisiones por comunidad que vigilan no reinicien los trabajos de la obra que, consideran, “atenta” contra la población y beneficia sólo a las empresas que quieren instalar “proyectos de muerte” en la Sierra Norte.
Leticia Ánimas
Regeneración, 20 de mayo de 2017. Cuetzalan, Puebla.- Habitantes de Cuetzalan cumplieron este día seis meses en plantón contra la construcción de una subestación eléctrica de la CFE y de su línea de transmisión que servirá a los denominados proyectos de muerte, y demandaron que se anulen los permisos de uso de suelo otorgados por el ayuntamiento en violación al Programa de Ordenamiento Territorial.
Para sustentar su rechazo, los maseuales precisaron que la línea de alta tensión de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), denominada “Cuetzalan Entronque Teziutlán-Tajín” sería instalada en una zona cercana al lugar donde la empresa Controladora de Operaciones de Infraestructura S. A. de C.V., subsidiaria de Ingenieros Civiles Asociados (ICA), pretende construir cuatro nuevas hidroeléctricas interconectadas en el río Apulco en territorio de los municipios de Tetela de Ocampo, Xochiapulco, Zacapoaxtla, Cuetzalan, Tlatlauquitepec y Nauzontla.}
Mientras que a sólo 24 kilómetros se encuentra la mina El Aretón propiedad de Minera Autlán y en Tetela de Ocampo el Grupo Frisco, propiedad de Carlos Slim, tiene concesionadas más de 10 mil hectáreas de terreno en el Cerro de Espejeras, aunque el proyecto se encuentra suspendido por la crisis financiera de la empresa y su carencia de permisos ambientales.
La infraestructura a la que se oponen llevaría energía eléctrica a la zona de Papantla, donde se encuentran 172 de los 349 pozos de extracción con fractura hidráulica (fracking) que hay en el estado de Veracruz de acuerdo con la respuesta dada por PEMEX a una solicitud de información pública de la Alianza Mexicana contra el Fracking.
Por ello desde hace 180 días construyeron un campamento y se turnan en comisiones para impedir que se reanuden los trabajos que, consideran, “atentan” contra la población y benefician sólo a las empresas que pretenden instalar “proyectos de muerte” en la Sierra Norte.
Agrupados en el Altepetajpianij Consejo Maseual los inconformes han realizado diversas actividades para manifestar su rechazo a la subestación y a la línea de alta tensión que atravesaría 20 kilómetros de terrenos en este municipio y en el de Ayotoxco, hasta llegar a Papantla en Veracruz.
Para la instalación de los cables de la línea “Cuetzalan Entronque Teziutlán-Tajín” la CFE usará terrenos ubicados en las inmediaciones de las comunidades de Alahuacapan, Xiloxochico, Chicueyajko, Acaxiloco y Nahuiogpan, muy cerca de viviendas y centros escolares, lo que pone en riesgo a los habitantes de la región, pues aseguraron que se ha documentado el aumento de los casos de cáncer en personas que viven cerca de las torres de alta tensión.
Los trabajos de la CFE, señalaron, tendrán un alto impacto negativo sobre las zonas arboladas, incluso en los cafetales, afectando su crecimiento a lo largo de su trazo y añadieron que también se verá afectada la producción de miel, debido a que “las abejas dejan de recoger polen y producirla al ser dañado su sentido de orientación a causa del campo magnético que generan”, por lo que afectará dos de las principales actividades de los pobladores de la zona.
A la fecha la CFE ha maniobrado para hacer consultas a modo, pero en las diferentes asambleas realizadas en San Andrés Tzicuila, Xiloxochico, Santiago Yancuitlalpan, Xocoyolo, Yohualichan, Zacatipan, San Miguel Tzinacapan, los pobladores dijeron un “no” rotundo.
El Proyecto de CFE
En Julio pasado, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) aprobó la instalación de una línea de alta tensión de la Comisión Federal de Electricidad denominada “Cuetzalan Entronque Teziutlán-Tajín” que atravesará por 8.32 kilómetros de Ayotoxco y 11.85 kilómetros del de Cuetzalan y llegará a una subestación que se construirá en esta cabecera municipal.
La mayor parte de las 35.99 hectáreas de los terrenos que impactará la línea de alta tensión corresponden en un 40 por ciento a vegetación secundaria de bosque mesófilo de montaña -ecosistema del que sólo queda 1 por ciento en el país-, un 16.32 por ciento es selva alta perennifolia y un 27.40 por ciento son pastizales cultivados.
En la construcción, se invertirán 212 millones 96 mil 979 pesos, de los que casi 3 millones corresponden al diseño del proyecto; 67 millones a la compra de materiales; casi 138 millones para el pago de la mano de obra y 4 millones 600 mil pesos a la supervisión ambiental y mitigación de los impactos ecológicos.
Contra la apreciación de los pobladores, la CFE aseguró que el proyecto “no se contrapone al Programa de Ordenamiento Territorial de Cuetzalan, ni compromete la integridad de la Región Terrestre Prioritaria 105, considerada así por su importancia para la conservación del Bosque Mesófilo de Montaña y la Selva Alta Perennifolia; ni el Área de Importancia para la Conservación de las Aves (AICA) 35 de ese mismo municipio.