Cuatro de los cinco medallistas de los Juegos Olímpicos de Río 2016 hablaron de la gran y enriquecedora experiencia que vivieron durante sus competencias en territorio brasileño.
Regeneración, 24 agosto 2016.- De regreso a la Ciudad de México cuatro de los cinco medallistas de los Juegos Olímpicos de Río 2016 hablaron de la gran y enriquecedora experiencia que vivieron durante sus competencias en territorio brasileño, del orgullo que sienten de representar al país y de su deseo de estar en Tokio 2020, aunque esto último lo analizarán con detenimiento.
La triple medallista olímpica, plata en taekwondo en Río, María del Rosario Espinoza, refirió la gran motivación que le dio participar en su tercera cita en estas lides deportivas y lograr su tercera medalla, aunque en su caso en lo que menos pensó fue en hacer historia con sus logros, sino cumplir con ese sueño que se formó desde que inició en el alto rendimiento.
Con respuestas puntuales y francas, el ganador del bronce en pentatlón moderno, Ismael Hernández, fue muy específico al comentar que desde hace un año inició el plan de preparación, desde antes ya estaba entrenando y compitiendo en diferentes latitudes porque sabía que el sábado 20 de agosto iba a ser su gran día, por lo que preparó todo “milimétricamente” hasta colgarse la presea, de la que se siente muy orgulloso y aclaró “que no fue ninguna novedad para quienes lo conocen”.
La marchista María Guadalupe González, quien terminó con una lesión que se deberá atender, explicó que tuvo un ciclo olímpico complicado y que obtuvo la plata en su especialidad gracias a que sólo pensó que debería subir al podio, sin importar el cansancio ni las rivales, porque su meta estaba definida y lucharía hasta el final por lograrla.
Germán Sánchez destacó que la presea de plata lograda en los clavados fue producto no sólo de su trabajo, sino del equipo encabezado por el entrenador Iván Bautista, además de que su idea, como lo es siempre que participa, es disfrutar lo que más le gusta hacer, tirar clavados.
Sánchez dijo que las críticas a la delegación nacional durante los primeros días de los Juegos les dolieron a todos los atletas.
«Me daba tristeza que las personas no valoraban lo que hicimos, todos tuvimos el mismo camino, de sufrir, llorar, y esa gente no lo sabe; a mí pocos me pueden reclamar, pero no me enfoqué en eso, porque soy más que una medalla».
Con información de Milenio y La Jornada