En la lucha por salvar a la vaquita marina en peligro de extinción, este jueves llegaron al país los delfines entrenados por la Armada de Estados Unidos para ubicar a los últimos ejemplares de dicha especie, para llevarlos a una reserva especial y propiciar su reproducción en cautiverio.
Regeneración, 06 octubre 2017.- Los cuatro delfines nariz de botella de la Armada de Estados Unidos que rastrearán a las vaquitas marinas para llevarlas a un santuario y evitar su extinción, arribaron ayer a San Felipe, Baja California.
Los delfines de nombre Andrea, Fathom, Katrina y Splash, están entrenados y ayudarán a localizar al cetáceo endémico de México que habita en las aguas del Alto Golfo de California para trasladarlo a un santuario, donde se buscará su reproducción en un ambiente controlado y alejado de las redes de pesca que amenazan a la población de estas marsopas.
El secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Rafael Pacchiano Alamán, en su cuenta de Twitter publicó unas fotografías de los mamíferos.
“Fathom junto con Andrea, Katrina y Splash nos van a ayudar a encontrar a las vaquitas marinas para llevarlas al santuario”.
El secretario de Marina, Vidal Francisco Soberón, dijo que uno de los principales objetivos de Vaquita CPR es evaluar la factibilidad y, en su caso, lograr la localización de la especie en el Alto Golfo de California para su alojamiento temporal y de ser posible su reproducción.
“Es un esfuerzo que, además de tener el respaldo y profesionalismo de un grupo multidisciplinario de expertos, cuenta con el apoyo de un equipo de delfines entrenados.”
La primera expedición para buscar vaquitas marinas comenzará el 11 de octubre. La fase de búsqueda de los cetáceos durará un mes y concluirá hasta el 11 de noviembre; la colaboración forma parte del Programa Vaquita CPR (Conservación, Protección y Recuperación), mediante el cual se busca la conservación de esta especie que se encuentra al borde de la desaparición. Se estima que quedan menos de 30 ejemplares, según el último reporte del Comité Internacional para la Recuperación de la Vaquita Marina (CIRVA).
Los delfines junto con un equipo de especialistas en la identificación de las vaquitas marinas, quienes irán a bordo de tres embarcaciones, saldrán a buscar a estos cetáceos, para lo cual se han instalado hidrófonos en el mar que registrarán los sonidos de las vaquitas en el sitio y adonde se haya identificado el sonido acudirán las embarcaciones y los delfines, los cuales, a modo de señal, saltarán cuando hayan detectado una marsopa.
Una vez que las vaquitas sean capturadas serán trasladadas al santuario ubicado en San Felipe, Baja California, el cual posee tanto una parte terrestre como marina; la terrestre, denominada Vaquita Care Center, está conformada por laboratorios y oficinas donde los científicos bajarán toda la información registrada en las expediciones.
Gustavo Cárdenas Hinojosa, investigador del Instituto de Ecología y Cambio Climático (INECC), comentó que la vaquita marina es el cetáceo más pequeño: un macho adulto pesa 30 kilos y mide un metro 50 centímetros.
“Cuando salen a respirar sólo se alcanza a ver una parte del lomo y de la aleta dorsal. A diferencia de los delfines, las vaquitas sólo se agrupan en conjuntos de tres ejemplares. No saltan y no tienen un soplo visible como las ballenas. Estas características las hacen muy difíciles de avistar, y para poder hacerlo se necesitan binoculares de alto alcance”, dijo.
La parte marina del santuario tiene un radio de 45 metros y cuenta con encierros marinos donde permanecerán las vaquitas marinas una vez que hayan sido capturadas y pasen 48 horas para monitorear su estado de salud.
Señaló que el último paso para conducir exitosamente a las vaquitas es que exista a un lugar seguro donde puedan contar con las condiciones necesarias para su reproducción asistida.