El edificio Osa Mayor que se ubica en la colonia Doctores empezará a ser demolido, este fue uno de los inmuebles con mayor número de departamentos que quedaron inservibles tras el sismo.
Regeneración, 17 de enero de 2018.-La tarde de ayer, Jaqueline Carmona, quien es administradora del edificio Osa Mayor hizo entrega del candado y la cadena a los ingenieros encargados de la demolición y con esto quedó cerrado definitivamente el acceso al inmueble que fue el hogar de 56 familias.
Ya han pasado casi cuatro meses del sismo que dejó inhabitable el edificio de 14 pisos y 56 departamentos, además de ocho locales comerciales, los vecinos aceptaron que el edificio sea demolido.
El sábado pasado empezaron a retirar los muebles y demás pertenencias, también quitaron puertas, ventanas, canceles que amontonaron en las banquetas y calles cercanas y en el campamento que tienen montado desde el mes de septiembre a unos metros del edificio, así lo detalla Excélsior.
“Aunque ya no tengamos que cuidar nos quedamos para seguir presionando. La mayoría ya había pagado sus departamentos, sería injusto volver a pagar», dijo la admnistradora.
Ayer los trabajadores de la Secretaría de Obras de la Ciudad de México (Sobse) instalaron los tapiales para delimitar su área de trabajo, que abarca unos 50 metros en torno al inmueble que demolerán.
El personal de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) comenzaron a retirar los cables de suministro eléctrico empleados de Teléfonos de México desconectaron las líneas y empresas cableras quitaron sus materiales.
«Empezamos la coordinación con CFE y cableras para el retiro de sus instalaciones y hacia finales de la próxima semana se iniciará con el trabajo de demolición», comentó Edgar Tungüí, secretario de Obras, en días anteriores.
Tungüí reconoció que el caso del Osa Mayor fue especialmente difícil, debido a la complejidad de notificar a los 56 inquilinos para la demolición.
La administradora dio a conocer que la demolición del inmueble tardará entre dos y tres meses y esperan que, de concretarse un proyecto de vivienda nuevo para los inquilinos, se construya en el mismo lugar.
Los problemas que han enfrentado está el de que no todos los inquilinos pueden comprobar su posesión del departamento de 100 metros cuadrados, pues los dueños iniciales han muerto, hay problemas de sucesión, no se estableció la cesión en testamentos, o bien los poseedores desaparecieron hace años.
“Sólo van a dejar un paso para la gente frente al edificio Centauro. No van a quitar nuestro campamento, sólo nos correremos un poco. Aquí seguiremos», detalló la administradora.