En el marco de la supuesta Marcha por la Familia, el columnista señala las contradicciones del Frente Nacional por la Familia, quienes desde su posición privilegiada critican a las miles de familias que no coinciden con los parámetros de normalidad heterosexual, patriarcal y machista.
por Hakobo Morá
Regeneración, 12 de septiembre de 2016.- Pero ¡qué le van a estar interesando las “familias” al Frente Nacional por la Familia (FNF)! De veras que ¡qué absurdez de pleonasmo el suyo! Si tan preocupados estuvieran, asegún en sus protestas, pues ¡pónganse a trabajar en el rescate de la familia mexicana en extrema pobreza económica!
¡Que sus hordas de afiliados provenientes del PAN, PANAL, PRI, CPP, PVEM, sacerdotes y católicos marchen por la dignificación familiar ¡con toneladas de la mejor carne y fruta y verduras, millares de pares zapatos y vestimenta según cada región, ¡libros laicos!, ¡libros en lenguas originarias!, agua potable a bajo precio, reabastecimiento de medicamentos de patente y médicos especialistas en hospitales públicos, evadidos millones de pesos en diezmos que monten y equipen laboratorios en escuelas públicas en diferentes niveles educativos, más universidades públicas y menos universidades privadas, licitaciones honestas de constructoras de viviendas, escuelas, puentes y caminos con materiales de la más alta calidad, transparencia a las empresas trasnacionales por un trabajo y salarios y prestaciones laborales que restituyan la humanidad a las personas!
El FNF se pronuncia y caracteriza sólo en la profusión de lemas infamantes y persecutorios reproducidos en estéril gasto de papelería –aunque, ¿quién subvenciona su portal electrónico? Sólo hacen presunción de la inutilidad de su clasismo en espacios públicos ¡desacralizados! Y si marchan en 121 ciudades, lo hacen absolutamente coludidos a favor de la indefensión social, en coro aparente del “no sé” de las causas y efectos de la extrema pobreza económica en la que sobrevive México. (¿No equipara esto al delito de encubrimiento?, ¿a la asociación delictuosa?)
¿Y cuál es el concepto que la FNF tiene de una “familia integral”? ¿Papá y mamá? ¡Qué básica operatividad la suya! Tras de sus fobias inquisitorias se oculta un discurso plagado de “creencias y convicciones” en pro degradar derechos humanos y ciudadanos fundamentales de los colectivos sexuales en México. Entonces, Estado mexicano, ¿por qué no lo sometes al escrutinio público o a investigación penal?
Sin más, el FNF intenta eclipsar al GLBTTTIQ, pero éste, avanza. Crea y sigue creando arte y sus variantes emergentes desde la trinchera: música; “graffiti”; performance; perspectivas de inclusión social; literatura de contracultura; ciencia médica y tradicional, respectivamente; tecnología sustentada en la ecología; investigación interdisciplinaria; revaloración de expresiones populares; educación alternativa… Campos de acción humanitaria y humanística que, entre sí, dialogan por una mayor compresión y desarrollo de la sociedad mexicana. Sociedad en la que, con total actitud autoritaria, el FNF intenta secuestrar informativamente con ánimo que la asiste de ser una élite en el poder.
Y obtuso, ¡el FNF presiona al LGBTTTIQ a que se fragmente y repliegue, con base de la estrategia goebbeliana del desprestigio público, orillándolo a plantearse la posibilidad de la reclusión colectiva creando para sí mismo un gueto aún mayor o estado “Sodoma y Gomorra” que los aprisione en vertederos de exclusión social!
Por principio, el FNF no milita en la discusión de la situación de la adopción en México, tampoco en la marentalidad, parentalidad u homoparentalidad responsables, sino en la anulación de los derechos civiles de las minorías sexuales del país. Si eso no es así, ¿por qué invalidan, a todas luces, casos en que gays, lesbianas, transexuales… son y han sido el proveedor, en todos sentidos posibles, de la manutención y educación de la madre, del padre, del sobrino, de la ahijada, del alumno? De los propios hijos ¡biológicos! Recalcitrantemente, la FNF soslaya que, los impuestos que las agencias tributarias de la SHCP recaudan en distintos puntos del país, no provienen también de la comunidad LGBTTTIQ. ¿Qué estos impuestos no sostienen directamente el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación para ramos como el de educación, salud y alimentación? Sus impuestos son coadyuvantes de un México pluricultural. Entonces, ¿por qué la FNF desestima públicamente la labor no reconocida de las minorías sexuales? ¿Por qué insiste en perpetuarlas en el clóset del ciudadano de tercera clase?
Para desdicha del FNF: los que hoy son los activistas LGBTTTIQ en el país, les sucederán nuevas generaciones politizadas, con una conciencia cabal y universal y ¡nacidos en familias heteroparentales! que habrán librar nuevas luchas en contra de los odios por identidad sexual.
Que se finquen lineamientos sobre la crianza infantil responsable. Que se señalen jurídicamente a las instituciones responsables de la situación de orfandad económica en el país. Que se convoque al LGBTTTIQ a un referendo nacional sobre la adopción infantil. Que la SCJN sancione a grupos ultraconservadores persecutorios de los grupos vulnerables, y que haga valido, a nivel nacional, el Código de Procedimientos Civiles invalidando a su vez el juicio de amparo que se exige a las personas del mismo sexo que requieren del recurso del matrimonio civil.
Que el LGBTTTIQ continúe, sí, combatiendo ¡críticamente! los remanentes de la subsecuente cacería de brujas emprendida por el conservadurismo hipócrita en México.
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