Se analizan los detalles de los acuerdos de coalición «Juntos Haremos Historia», los diputados electos por partido y las plataformas políticas que desarrollarán
Por Federico Anaya-Gallardo
Regeneración, 11 de julio del 2018. Reporta Jenaro Villamil para Proceso y Homozapping (8 de julio de 2018) que Rubén Islas, asesor electoral del PRD en el Estado de México, al percatarse de las cifras que avanzaba el PREP federal, declaró respecto de la coalición Juntos Haremos Historia que “esto es una nueva hegemonía”.
Los círculos rojos y todo-mundo ha comentado en estas dos semanas tanto la “debacle” del viejo partido de Estado como el surgimiento del nuevo hegemón obradorista. Las cifras están a disposición en la www.
No abundaré sobre ellas. Ahora sólo señalaré que la preponderancia de la alianza de izquierdas debe ser analizada con mucha frialdad.
El convenio de coalición parcial que firmaron Morena, PT y PES el 12 de diciembre de 2017 estableció que cada uno de los partidos firmantes formaría sus propios grupos parlamentarios en las cámaras federales. (Cláusula Quinta inciso 2 primer párrafo) Esto se refuerza porque cada uno de los tres partidos presentó listas separadas para diputaciones y senadurías de representación proporcional. (Cláusula Quinta inciso 2 primer párrafo).
Estos arreglos debían ser así, en tanto que la Ley General de Partidos Políticos ordena en su artículo 87 inciso 11 que las coaliciones electorales cesan de existir al terminar la etapa de resultados y declaraciones de validez de la elección.
Por lo mismo, las cifras que ahora tenemos acerca de la conformación del congreso federal deben ser ponderadas separando en tres grupos los legisladores electos de Juntos Haremos Historia.
Ciertamente, los tres institutos se comprometieron a sostener como plataforma electoral y como programa de gobierno el Proyecto Alternativo de Nación 2018-2024 cuya factura general provenía del movimiento de regeneración nacional. (Cláusula Tercera inciso 3)
Este es un deber general que en principio aseguraría cierta coordinación parlamentaria en apoyo a la nueva Administración Federal en los años que siguen (3 para diputados, 6 para senadores).
Sin embargo, uno de los tres institutos de la coalición de izquierdas, el PES, ha perdido su registro al no obtener al menos 3% de la votación válida en una de las contiendas.
(Artículo 41 fracción I párrafo cuarto de la Constitución General) Esto trae varias consecuencias.
Primero, el PES pierde el financiamiento federal luego de este proceso electoral. (Artículo 41 fracción II párrafo segundo de la Constitución General).
Por lo mismo, ese instituto entrará en liquidación y sus bienes pasarán a la Federación. (Artículo 54 fracción II último párrafo de la Constitución General).
Ambas cosas implican la desaparición práctica del instituto como centro rector de sus legisladores electos.
A parte, el PES no tiene derecho a legisladores de representación proporcional, lo que de entrada reduce su presencia parlamentaria. (Artículo 41 fracción II párrafo segundo de la Constitución General) Es seguro que el PES impugnará su desaparición pero, cualquiera que sea el resultado de su litigio, en este segundo semestre de 2018 su capacidad organizativa estará menguada.
¿Qué ocurre con los diputados y senadores de mayoría que, de acuerdo al convenio de coalición, obtuvo el PES en esta contienda electoral?
Cada una de ellas y ellos tiene derecho/deber de la representación que les otorgó su electorado y deberán asumir sus funciones en las cámaras. (Artículo 95 inciso 4 de la Ley General de Partidos Políticos)
La cuestión es que, de acuerdo a los artículos 26 inciso 2 y 72 inciso 1 de la Ley Orgánica del Congreso General, los grupos parlamentarios se organizan uno por cada partido político en cada cámara.
Si no hay partido político porque este perdió su registro, no habría grupo parlamentario. Los artículos 30 y 78 de la ley del congreso señalan que los legisladores que no se inscriban a un grupo parlamentario son considerados sin partido y que se les guardarán las mismas consideraciones que a todos los legisladores apoyándoseles conforme a las posibilidades presupuestales.
Es decir, que mientras los legisladores con grupo parlamentario gozan de apoyos institucionales colectivos a los grupos partidistas (proporcionales a la fuerza que cada grupo), quienes no tienen grupo reciben apoyos de manera individual y sólo si quedan recursos.
Estas normas buscan consolidar fracciones parlamentarias homogéneas y organizadas; organizar debates libres entre las corrientes ideológicas llevadas al congreso en cada elección; y facilitar la formación de mayorías parlamentarias. (Artículos 70 Constitucional y 26 incisos 1 y 6 de la Ley Orgánica del Congreso General)
Los grupos parlamentarios son flexibles y pueden ampliarse o reducirse de acuerdo con las decisiones, posicionamientos y re-posicionamientos de cada legislador.
Los coordinadores de cada grupo parlamentario creado al principio de la legislatura reportan a los órganos directivos de la cámara estas modificaciones. (Artículo 27 inciso 2 de la Ley Orgánica del Congreso General)
Una alternativa de los legisladores del PES es integrarse a los grupos parlamentarios de los otros dos partidos de la coalición electoral que los llevó a las cámaras.
Sin embargo, la lectura sistemática de la ley del congreso implica que esta movilidad inter-grupos debería estar dictada por la similitud de agendas o por la comunión de principios ideológicos.
El candente debate que vivimos durante las primeras etapas del proceso acerca de la lejanía ideológica entre Morena y el PT por una parte, y el PES por la otra, regresará ahora en el escenario parlamentario. De hecho, las normas que cito permitirían que los legisladores del PES se integrasen a otros grupos parlamentarios.
Por ello es esencial recordar el compromiso general asumido por el PES en el convenio de coalición.
El Proyecto Alternativo de Nación 2018-2024 encabezado por Andrés Manuel López Obrador fue la plataforma electoral que llevó a cada una y cada uno de esos legisladores a las cámaras.
Y cada una de estas personas lo asumió también como programa de gobierno.
Los legisladores del PES se deben, antes que nada, a sus electores.
Y el electorado debe estar atento a que todas y todos los diputados y senadores del PES cumplan con su compromiso.