Dilema de Cataluña: declara la independencia y resiste o da marcha atrás

El Parlamento catalán convocará para tomar una decisión. El viernes serán disueltas las instituciones catalanas. Proclamar la República y resistir la represión o dar marcha atrás.

Regeneración, 23 de octubre de 2017. En los próximos días se define el futuro inmediato de Cataluña y de España. Mientras la mayoría política española emplazó a las autoridades catalanas a dar marcha atrás en sus propósitos independentistas porque de lo contrario, el Senado validará el uso del artículo 155 de la Constitución y quedarán disueltas las instituciones catalanas y serán intervenidas por el gobierno de Madrid.

Este lunes el Parlament catalán decidirá convocar al pleno reclamado por el president Carles Puigdemont y en el que tiene que tomarse una decisión crucial de activar o no la independencia de Cataluña, suspendida por Puigdemont.

En tanto, se dan las primeras muestras resistencia contra las amenazas del gobierno de Mariano Rajoy como caceloradas en el Camp Nou y los sindicatos de periodistas rechazaron la intervención de los medios de comunicación y el sindicato de maestros declaró que desobedecerá las órdenes en materia educativa.  

El viernes próximo, el Senado validará el artículo 155, que será aplicado de manera inmediata y el parlamento y el gobierno catalanes serán disueltos.

Debate catalán

Las visiones de lo que hay que hacer están encontradas. El conseller de Asuntos Exteriores, Raül Romeva en un acto de homenaje a republicanos fusilados por el franquismo, afirmó que “hoy más que nunca la República no es solo una opción, sino una absoluta necesidad de supervivencia”. Añadió que “ante el fascismo no valen equidistancias ni concesiones”. Advirtió que de la aplicación del artículo 155 que “no nos dejaremos arrastrar a una arbitrariedad, por mucho que algunos quieran maquillarla de legalidad”.

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En cambio, el portavoz del gobierno catalán, Jordi Turull, tomó distancia de los extremos pero destacó la responsabilidad de “defender las instituciones catalanas, la Historia nos ha condenado a ello”. “Estamos en un momento muy trascendente” que se decidirá “con corazón y cabeza”, pero en ningún caso “con el estómago”.

Sin embargo, el panorama se complica. El presidente catalán Carles Puigdemont, tras escuchar todas las voces necesarias, tomará una decisión como afirma que hizo el 10 de octubre. Desde entonces han cambiado las cosas. El president suspendió la declaración de independencia para buscar el diálogo con Madrid, pero descartado, lo mismo que una mediación internacional, tendrá que tomar una decisión.

Pros y contras

El portavoz Turull dijo que hay «diversos escenarios sobre la mesa». Las principales posibilidades son tres:

Levantar la suspensión de la independencia en cumplimiento del resultado del referéndum del primero de octubre y un la expectativa internacional (más de 400 periodistas extranjeros llegaron el 10 al Parlament con esa expectativa), pero se alejarían aliados políticos como los comunes en Catalunya o Iñigo Urkullu en Euskal Herria (País Vasco), con el riesgo de que sea una declaración sin efectos prácticos.

La convocatoria a elecciones por parte de Puigdemont (con o sin declaración de independencia paralela) podría ser una salida intermedia, pero es poco viable. Turull aseguró ayer que no está sobre la mesa del Govern. Y Rajoy no respondió el sábado a la pregunta de si esta opción paralizaría la ejecución del 155, por lo que el president podría encontrarse con que luego Madrid puede vetar. Y quedaría todo en el limbo.

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La tercera es no tomar iniciativa alguna y limitarse a resistir el atropello español, asumiendo críticamente el 155, intentando ganar las elecciones que dice Madrid que convocará en unos meses y buscando de alguna manera el efecto bumerán.

El problema es Rajoy no dejó dudas el sábado: incluso en el caso –perfectamente posible– de que el soberanismo catalán ganase unas elecciones autonómicas con mayor margen que en 2015, avanzar hacia la independencia seguiría estando vetado y perseguido en el asfixiante marco español. Y hay procedimientos judiciales abiertos a todos los activos del independentismo, desde gobernantes a activistas civiles o simples profesionales. 

El 155 ha devuelto Catalunya a las portadas de medios internacionales, sorprendidos todavía por que Rajoy se negara a hablar del asunto en la cumbre de Bruselas. Y ‘‘The Washington Post’’ ha entrevistado en vídeo a las compañeras de los encarcelados Jordi Sànchez y Jordi Cuixart.

Primeras señales de resistencia

El sábado se dieron caceroladas y protestas en el Camp Nou del Barcelona, donde el grito “Llibertat” sustituyó al “Votarem”. El domingo el Sindicat de Periodistes de Catalunya rechazó la intervención de medios y el sindicato USTEC-STE de maestros, anunció que no reconocerá órdenes en el ámbito educativo… Y todo parece indicar que es el comienzo.