El éxito alcanzado por el cineasta mexicano Alejandro González Iñárritu, cuya película Birdman se alzó con cuatro estatuillas en la entrega de los premios Óscar, no cayó bien a sectores conservadores de Estados Unidos.
El magnate Donald Trump se expresó así del mexicano, durante una entrevista con la cadena Fox:
“Fue una gran noche para México, como siempre. Este país, ya sabes, todo esto que pasa es ridículo. Este tipo no paraba de subir y subir y subir (al escenario) ¿Qué está haciendo? ¿Se va a marchar con todo el oro? ¿Tan buena es (la película)? Yo no he escuchado eso”, dijo Trump con tono de indignación.
Luego remató en su cuenta de Twitter:
“Los Oscar son una triste broma, muy parecido a nuestro presidente ¡Hay tantas cosas que están mal!”.
Iñárritu dedicó el premio de mejor película a los mexicanos de ambos lados de la frontera y pidió respeto y dignidad por parte de las autoridades para los que residen en Estados Unidos, el mismo que merecieron “quienes llegaron antes y construyen esta increíble nación de inmigrantes”.
Christian Toto, crítico cinematográfico calificó como “insulto” el resultado deAmerican Sniper película favorita entre los conservadores para ganar el Óscar a mejor película y consideró “inapropiados” los pronunciamientos de petición de amnistía en el mensaje migratorio de Iñárritu, postura contraria a la que asumió el Consejo Nacional La Raza (NCLR).
Para la directora de Inmigración de NCLR, Clarissa Martínez, el gesto del mexicano fue “extraordinario”, por el foro en directo ante millones de telespectadores en todo el planeta y por el contenido ya que recuerda el origen migratorio de Estados Unidos.
Con ella coincidió Alex Nogales, presidente de la Coalición Nacional de Medios Hispanos (NHMC), quien señaló que Iñárritu y sus colegas directores Alfonso Cuarón y Guillermo del Toro ofrecen una imagen “muy positiva” del latino, alejada de los estereotipos, “especialmente en Estado Unidos donde hay tantos prejuicios contra el latino”.
(Proceso)