Regeneración, 24 de noviembre del 2015.-El gobierno ruso informó que dos de sus pilotos murieron a raíz del ataque de Turquía contra uno de los cazas SU-24 que participan en los bombardeos en territorio sirio, se les disparó mientras descendían en el paracaídas, de acuerdo a información de la agencia de noticias RIA Novosti.
Uno de los fallecidos es uno de los dos pilotos que iban a bordo del SU-24, derribado por un caza turco. Según la versión de Ankara, habían entrado en espacio aéreo turco sin permiso, aunque el Kremlin sostiene que estaba en territorio sirio. El otro muerto es un piloto de uno de los dos helicóptero Mi-18 que Rusia envió a la provincia siria de Latakia, para intentar rescatar al segundo piloto del SU-24.
El Estado Mayor de la Defensa rusa explicó que uno de los helicópteros fue atacado con disparos desde tierra, lo que le obligó a realizar un aterrizaje de emergencia que le costó la vida.
La versión del Ejército de Turquía, es que dos aviones F-16 derribaron un avión de combate no identificado por violar el espacio aéreo turco tras haberle advertido en hasta diez ocasiones en un lapso de cinco minutos.
Fuentes de la presidencia turca precisaron que el avión derribado es un Su-24 de fabricación rusa. El derribo se produjo en el norte de Siria, en la localidad turcomana de Bayirbucak, cerca de la frontera, según la agencia oficial Anatolia.
La cadena de televisión privada Haberturk, la primera en dar la noticia, mostró imágenes del aparato en llamas. Las imágenes de vídeo publicadas por Anatolia muestran aparentemente a los dos pilotos del aparato saltando en paracaídas del mismo. Entretanto, la oficina del primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, informó que ha dado instrucciones al titular de Exteriores de que consulte con la OTAN, Naciones Unidas y otros países relacionados sobre los últimos sucesos en la frontera.
Por su parte, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha sido informado por el jefe del Estado Mayor sobre lo sucedido. Según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, el avión se estrelló en una zona montañosa en el norte de la provincia de Latakia, donde ha habido bombardeos aéreos previos y donde las fuerzas progubernamentales han estado enfrentándose a los insurgentes