La empresa va a instalarse en la comunidad de Caleras Ameche y sus tierras están en proceso de compra (devaluado) o expropiación.
Regeneración 27 de junio de 2016.- Pobladores de Calderas de Ameche en Guanajuato denunciaron que han recibido amenazas para obligarlos a vender sus tierras a precios menores en beneficio de la empresa automotriz Toyota.
“Lanzan amenazas a los ejidatarios, que si no venden los van a desaparecer, hay una presión intensa por parte de personas que pudieran ser del gobierno del Estado o de alguna empresa intermediaria”, dijo este lunes 27 de junio el líder del consejo nacional de la Coalición de Organizaciones Democráticas Urbanas y Campesinas (CODUC), Miguel Luna Hernández.
El líder campesino indicó que las tierras que quieren para la planta son de altísima calidad agrícola y su valor comercial es de 5 millones la hectárea, pero el Gobierno de Guanajuato insiste en comprarlas a beneficio de la compañía en tan sólo un millón 480 mil pesos la hectárea.
Según información de Luna Hernández, se sabe que el Gobernador de la entidad, Miguel Márquez adquirirá 607 hectáreas para Toyota, de las cuáles 217.67 aún se encuentran en proceso de compra o expropiación, confirmó la Secretaría de Desarrollo Económico Sustentable al Congreso local de un informe.
Sin embargo, el proceso de compra ya se vislumbra como poco transparente pues el 16 de junio pasado la Auditoría Superior del Estado de Guanajuato (ASAG) anunció la revisión exhaustiva luego de que la organización Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad reveló que una empresa intermediaria compró terrenos en 4 pesos el metro cuadrado y un mes después revendió al Gobierno del estado en 161 pesos el metro cuadrado.
Es decir, el Gobierno pagó un sobre precio de 290 millones de pesos.
Para hacer el negocio, la empresa JAOS & SGB tuvo información privilagiada del sitio donde se instalaría la planta de Toyota, con lo que hizo el negocio millonario.
Esta operación de comprar barato para revender caro lo replicó de distintas maneras la intermediaria en la adquisición de 294 hectáreas, lo que supuso una ganancia millonaria a esa empresa por la venta de unas tierras que luego fueron regaladas por el gobierno de Miguel Márquez a la trasnacional Toyota.
Lo que constituiría un engaño doble para los originales dueños de los terrenos: primero por la empresa que no les informó que los terrenos serían para la instalación de Toyota y el segundo por parte del gobierno estatal al Poder Legislativo para que se les autorizara la compra de los terrenos.
Con información Animal Político